Esta tarde trascendió que el Pontífice le pidió la renuncia a cuatro obispos chilenos, situación que fue desmentida por Horacio Valenzuela.
El cardenal habló desde el Vaticano respecto a las denuncias de encubrimiento de parte del círculo cercano de Karadima.
Una de las portavoces del Vaticano, aseguró que el Papa Francisco busca «analizar en profundidad las causas y buscar soluciones reales».
Desde el Aeropuerto de Pudahuel, el arzobispo emérito de Santiago aseguró que «hasta ayer pensaba que no iba, pero a mi edad puedo cambiar de opinión».
Por su parte, se informó que el obispo de Osorno, Juan Barros, ya se encuentra en la Santa Sede.
Por motivos que aún se desconocen, trascendió que el cardenal y arzobispo emérito de Santiago no viajará a Roma para participar de cita con el Pontífice.
Además, dijo que espera que el Papa transforme en «acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de perdón». De no ser así, aseguró que «todo esto será letra muerta».
Además, el Pontífice aseguró que «hoy rezo especialmente por sus padres, mientras Dios Padre lo acoge en su abrazo de ternura».
Greg Burke, director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, explicó que el Papa Francisco «quiere pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido».
Los obispos chilenos expresaron su «dolor y vergüenza» y aseguraron que los abusos «siguen siendo una llaga abierta en el corazón de la Iglesia».
La ex Presidenta destacó que en la carta del Papa Francisco «hay que reconocer un genuino esfuerzo por alcanzar la verdad».
El obispo de Osorno, Juan Barros, analizó escuetamente las palabras del Pontífice tras conocer detalles del informe respecto a los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia.
El sacerdote jesuíta aseguró que «a veces me embarga un sentimiento de desesperanza, de que a lo mejor es un poquito tarde, porque el descrédito es total».
El jefe de la Iglesia Católica reconoció que se equivocó y pidió perdón a las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos.