Felipe Berríos, el díscolo sacerdote jesuita, analizó esta mañana la carta que envió el Papa Francisco luego de conocer la investigación desarrollada por Charles Scicluna, enviado especial del Vaticano a Chile para informarse respecto de los casos de abusos sexuales que cometieron miembros de la Iglesia.

En primer lugar, el religioso aseguró a radio ADN que en la Iglesia Católica de Chile hay «una verdadera maquinaria de desinformación, porque no sólo es un hecho puntual».

Continuó su reflexión diciendo que «a veces me embarga un sentimiento de desesperanza, de que a lo mejor es un poquito tarde, porque el descrédito es total».

En ese sentido, sostuvo que «los sacerdotes estamos cansados, con ganas de mandar todo a la mugre». Por ello, explicó que «yo entré a cura para jugármela por el Evangelio y ser embajador del perdón de Dios, y me paso la mayor parte del tiempo dando explicaciones de opiniones desatinadas y abusos de curas, y uno lo primero que quisiera es aforrarle una patada».

Finalmente, expuso que «los curas no estamos hechos para estar investigando, menos investigándonos nosotros mismos. Es ridículo. Yo no creo en ninguna de esas investigaciones que uno se hace a sí mismo».