Este jueves, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró como no culpable de liderar una “conspiración” criminal para cambiar el resultado de las elecciones de 2020.

En este sentido, el millonario de 77 años, ha rechazado las acusaciones de una investigación liderada por el fiscal especial Jack Smith, que ha sido tachada por el exmandatario de “una persecución política”.

“Es un día muy triste para EE.UU. Se supone que esto nunca tendría que haber pasado”, ha lamentado a su vuelta en el aeropuerto Ronald Reagan, en las afueras de la capital.

En la misma línea, el exmandatario ha asegurado que para él ha sido “un día muy triste” y que le ha resultado también “muy triste” ir a Washington y ver “la suciedad y la decadencia, y todos los edificios y muros dañados, con grafiti…”. “Este no es el sitio que yo dejé”, declaró.

Ya en tribunales fue notificado de los cuatro cargos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra derechos.

Por el primer cargo le podría caer una pena máxima de cinco años de cárcel, por el segundo y tercero, 20 años de prisión, y por el cuarto, 10 años.

De esta manera, tras la presentación de la defensa del mandatario, la jueza Moxila Upadhyaya, procedió a dejarlo en libertad tras marcar una serie de condiciones para ello y después de que este se reiterara su no culpabilidad en los casos presentados.

Cabe señalar que esta es la tercera imputación penal de Trump, que este año ha sido acusado también en Nueva York por un supuesto soborno a la actriz porno Stormy Daniels, con la que mantuvo un «affaire» en el pasado, durante la campaña electoral de 2016 para comprar su silencio; y en Florida por llevarse y mantener ilegalmente en su mansión de Mar-a-Lago documentos clasificados de la Casa Blanca.