El presidente de la Comisión de Ética, Nelson Venegas (PS) recibió por parte de los jefes de las bancadas de los partidos de Chile Vamos, un requerimiento de seis páginas solicitando que el diputado Gonzalo de la Carrera sea pasado a la citada comisión luego del incidente que tuvo lugar la jornada del martes en el hemiciclo, donde de la Carrera golpeó al vicepresidente de la Cámara Baja, Alexis Sepúlveda.

El documento firmado por Jorge Alessandri (UDI) , Francisco Undurraga (Evópoli) y por Andrés Longton (RN) sostiene “venimos en solicitar a esta honorable comisión de Ética y Transparencia se sirva conocer y sancionar la falta a la ética parlamentaria cometida por el diputado Gonzalo de la Carrera Correa, disponiendo a su respecto la más alta sanción que contemple el Reglamento de esta Corporación”.

Se destaca que “la conducta desplegada por el diputado Gonzalo de la Carrera Correa constituye graves afectaciones a distintos deberes de ética parlamentaria que emanan del Reglamento de la Cámara de Diputados”.

En el documento se subraya que “Estos deberes son a su vez manifestación de principios esenciales que permean toda la labor pública, pero particularmente aquella que se desempeña en el Congreso Nacional, espacio democrático por excelencia en que la discusión respetuosa, la regla de mayoría en respeto de las minorías y el ánimo de conciliación deben primar. Así es como los deberes de los diputados en estas materias abarcan materias de probidad, de transparencia y particularmente de ética, entendida esta última como el recto ejercicio de la función congresal”.

Los representantes de Chile Vamos destacaron que “cometer una agresión física en contra de otro diputado se enmarca en la vulneración de al menos tres exigencias previstas y detalladas en el numeral 3° del artículo 346 del Reglamento de la Cámara de Diputados. Esta norma, como se señaló, se enmarca en un deber fundamental que debe ser asumido por los diputados, como se plantea en la literalidad de la norma: ‘desempeñar su función parlamentaria con una entrega honesta y leal que se expresa en el recto y correcto ejercicio del poder público, en la razonabilidad e imparcialidad de las decisiones, en la integridad ética y profesional’”.

Finalmente, apuntan a que De la Carrera incumplió el principio de “actuar con fraternidad frente a sus colegas”, el “desempeñar sus cometidos frente al público, en la Corporación y fuera de ella, con una conducta acorde a su investidura” junto con la necesidad de que los diputados “sean justos y respetuosos en el trato” con los otros parlamentarios, la ciudadanía, el personal de la Cámara y con cualquier funcionario público o autoridad.