La Nunciatura Apostólica en Chile comunicó este sábado 23 de marzo que el papa Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Santiago de Chile presentada por el cardenal Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B.

Además anunciaron desde la nunciatura que se ha nombrado en el mismo acto al Administrador Apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la arquidiócesis de Santiago de Chile a Mons. Celestino Aós Braco, O.F.M. Cap., transfiriéndolo de la diócesis de Copiapó.

El nuevo Administrador Apostólico

Aós Braco llegó a Chile en 1983 cuando  fue nombrado vicario parroquial en la parroquia de Longaví (diócesis de Linares), confiada a los Padres Capuchinos. En 1985 fue elegido Superior de la comunidad capuchina de Los Ángeles (diócesis de Santa María de los Ángeles).

En 1995 fue nombrado párroco de la parroquia San Miguel en Viña del Mar (diócesis de Valparaíso), siendo además Superior de la comunidad de la Orden de la Frailes Menores Capuchinos en el sector de Recreo, en Viña del Mar.

Durante sus años de ministerio en la diócesis de Valparaíso ejerció el cargo de vicario episcopal para los institutos femeninos de vida consagrada y fue miembro del Consejo Episcopal.

Desde el año 2008 fue vicario parroquial en la parroquia San Francisco de Asís en la diócesis de Santa María de los Ángeles.

Entre otros cargos que ha desempeñado, ha sido tesorero de la Asociación Chilena de Derecho canónico; promotor de justicia en el tribunal eclesiástico de Valparaíso; psicólogo y juez en el tribunal eclesiástico interdiocesano de Concepción; miembro de tribunales especiales para estudiar procesos históricos en causas para beatificación y canonización, entre ellos le correspondió estudiar el milagro para la canonización del sacerdote Alberto Hurtado.

El 25 de julio de 2014 el papa Francisco lo nombró Obispo de la diócesis de Copiapó. Fue consagrado obispo por mons. Ivo Scapolo, Nuncio Apostólico, el 18 de octubre de 2014, fecha en la que tomó posesión de la diócesis de Copiapó.

Entre los encargos que le ha confiado la Conferencia Episcopal, el obispo Celestino Aós es miembro de la Comisión Episcopal de Relaciones con CONFERRE (Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile) y presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Presbiteral, organismo del área Agentes Evangelizadores.

El 23 de marzo de 2019 el Santo Padre lo nombró Administrador Apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la arquidiócesis de Santiago de Chile, tras aceptar la renuncia presentada por el cardenal Ricardo Ezzati.

Rol del administrador apostólico y sedes vacantes

Un administrador apostólico es un obispo o un presbítero nombrado por el Papa para administrar una diócesis que se encuentra en situación de sede vacante, es decir, sin su obispo o arzobispo residencial.

En este caso particular, se trata de nombramiento para una sede vacante “a voluntad de la Santa Sede” (ad nutum Sanctae Sedis) y hasta que el Papa provea un nuevo arzobispo para el gobierno pastoral de la arquidiócesis.

El administrador apostólico goza de derechos y obligaciones semejantes a las del obispo residencial, con algunas excepciones que determina el Código de Derecho Canónico.

Con este nombramientos, de las 27 jurisdicciones eclesiásticas, nueve de ellas se encuentran en situación de sede vacante y a cargo de administradores apostólicos: San Felipe, Valparaíso, Santiago, Rancagua, Talca, Chillán, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.