Un automovilista de Maringá, una ciudad en el norte de Brasil, recibió una lección que le enseñará a respetar los espacios reservados para las personas con capacidades diferentes.

El hombre dejó su auto estacionado en un lugar que no le correspondía, por lo que los ciudadanos entraron en acción, y cubrieron su vehículo con un gran Símbolo Internacional de Accesibilidad (ese que muestra a una persona en silla de ruedas de perfil) hecho con pegamento y papel de colores azul y blanco.

El video subido a  Youtube muestra el momento en que el enojado conductor regresa al lugar y se da cuenta de la broma. Entre burlas, el hombre intenta quitar el papel sin éxito y, luego de descubrir un poco el parabrisas, sale del lugar literalmente rechinando llanta, ante el júbilo de la multitud reunida.