Se conocieron detalles como la tarifa y los tramos que tendrá este proyecto; 5.500 pesos costaría el pasaje desde Santiago a Viña del Mar.

Christian González G.

Idea está presente en el Gobierno Regional de Valparaíso desde el mandato presidencial de Patricio Aylwin, sin embargo no ha prosperado.

Idea está presente en el Gobierno Regional de Valparaíso desde el mandato presidencial de Patricio Aylwin, sin embargo no ha prosperado.

Una serie de réplicas se han generado con la nota publicada en exclusiva la semana pasada por El Epicentro acerca de la entrada al sistema de concesiones del proyecto que pretende construir e instalar el servicio de tren-bala que una a las regiones de Valparaíso con la Metropolitana; esto, con la finalidad de ser declarado de interés público, cumpliendo así con un antiguo anhelo que ha sido manifestado por expertos en transportes, autoridades de todos los colores políticos y también por la misma ciudadanía de ambos sectores del territorio nacional.

Actualmente, se realizan cada año cerca de 19,6 millones de viajes desde y hacia ambas regiones a través de las dos carreteras que las unen, como la ruta 68 y la cuesta La Dormida; de esta cantidad, 7,6 millones de personas lo hacen en buses. Pese a que de este proyecto se ha hablado desde los tiempos del Gobierno Regional liderado por el intendente Juan Andueza (1990 – 1994), la mayoría de los consultados expresó estar a favor de la realización de esta ambiciosa obra, aunque dejando en claro que no es la prioridad en la zona.

Alejandra Valencia es docente de la carrera de Ingeniería en Transporte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Desde su visión, el proyecto se divide en dos áreas: económicas y técnicas. De la primera, dice que “de seguro que no es factible porque es muy caro realizarlo”; mientras que de la segunda arista expuso que “está la posibilidad, pero hay que ver la demanda del tren”.

Ahondando en este punto, la profesional señaló que “tener un proyecto de esta envergadura sirve también como un polo de desarrollo porque seguramente más gente se vendría a vivir y/o a trabajar a esta zona. De todas maneras sería mayor la competencia con los buses, los que de seguro se van a molestar por su presencia; pero entre ser ellos solo y tener competencia, acá el único que gana es el usuario porque mejora el servicio, el tiempo y también la tarifa”.

Idea de años

Aunque ya se conocen aspectos tan fundamentales como las zonas donde pasará, las que irán desde la Estación Mapocho en Santiago hasta una estación en Viña del Mar, el presidente de la comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional (Core), Manuel Millones, llamó a la ciudadanía a ser cautos con este proyecto, ya que se encuentra estancado desde hace mucho tiempo, al igual que otros como el de hacer una vía alternativa la avenida España, los que incluso llevan más de una década en el sistema de concesiones.

“El sistema de concesiones es muy rígido. Muchas iniciativas así simplemente no se concretan, así que hay que ser muy cuidadoso para no generar falsas expectativas. De todas maneras es bueno que haya empresarios interesados, pero el sistema es muy engorroso y cuesta que den a luz las concesiones que entran por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Esto no es algo que estará en un par de días, de hecho puede demorar mucho tiempo. Así y todo, está muy bien por la noticia, bien porque haya privados interesados, pero repito que hay que ser cuidadoso con los tiempos”, comentó el consejero regional.

La conexión que tendría este tren-bala, del cual ya se conoce incluso la probable tarifa ($5.500 desde Santiago a Viña del Mar y viceversa; mientras que de Santiago a Quilpué sería de $4.972), tendría a la Ciudad Puerto como eje fundamental, por la potenciación con el Metro de Valparaíso (Merval), lo que posibilitaría el incremento de gente que vive en la capital que trabaje en esta zona y también al revés, como sucede actualmente; además de la importancia que tendría el tren como carga para los puertos de Valparaíso y Ventanas.

Valoran alcance

La concejala porteña, Paula Quintana, comentó que “me pareció conveniente desde que lo conocí en los años ’90. El proyecto explica en buena manera las debilidades que tenemos como región, pero creo que también explica las oportunidades, ya que la cercanía con Santiago es cada vez mayor y esa es una tendencia irreversible. En ese marco, contar con un tren rápido que una ambas regiones tendría impactos variados: podría haber más población que trabaje en Santiago y que viva en Valparaíso porque ofrece mejor calidad de vida que Santiago, pero por otro lado, Santiago ofrece empleo”.

La edil agregó que “lo que de verdad me preocupa es que en periodo de campaña se hagan anuncios electorales más que de desarrollo. En este sentido quisiera llamar a reflexión al senador Chahuán, ya que el proyecto es viejo y de hecho me tocó personalmente tratarlo desde la estrategia de desarrollo regional; entonces quisiera que se aclarara esta situación. Hoy no hay algún antecedente distinto que lo ponga nuevamente en consideración, no hay un hecho objetivo que permita considerar este proyecto”.

Por su parte, el concejal viñamarino, Tomás de Rementería, indicó que “indudablemente todo lo que sea progreso para la región es muy bueno, pero esto tiene más pinta de voladero de luces que de proyecto porque no tiene ninguna factibilidad. El tren-bala u otra cosa, se justificaba en Valparaíso cuando era el primer puerto, pero eso dejó de ser hace muchos años. Estos dineros se tienen que hacer en otras cosas, por ejemplo en la interconexión del Merval para que llegue al interior, Quillota-Calera”.

Otro detalles del proyecto

El objetivo que tiene este proyecto de más de 1.200 millones de dólares, es el de unir las comunas de Santiago con los Puertos de Valparaíso y de Ventanas, alcanzando Viña del Mar en 57 minutos (36 minutos con alternativas planteadas). Para hacerlo realidad, se tiene en mente contar una serie de trenes de última generación los que alcanzarán velocidades punta de 220 kilómetros por hora. Junto con esto, se estudiará la posibilidad de compatibilizar este proyecto con líneas de cercanías existentes o que estén por construirse.

Con este tren bala, de 175,7 kilómetros de longitud se tiene contemplado obtener ingresos correspondientes a un 24% del transporte de pasajeros y un 76% del transporte de mercancías entre las comunas de Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, además de los puertos antes mencionados; mientras que los tramos serán cuatro, comenzando con la salida urbana de Santiago, pasando por un túnel de 16 kilómetros que deberá ser construido, hasta llegar a la conexión con el Metro de Valparaíso (Merval). Desde allí, se realizará la división con el ramal San Pedro – Puerto Ventanas.