El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se reunió este domingo con el Presidente Gabriel Boric como parte de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.

El Jefe de Estado del país azteca destacó el rol que tuvo Salvador Allende, asegurando que es “ el dirigente que más admiro”.

“Les cuento que soy originario de Tabasco, el estado más tropical de México. De joven, con mucho esfuerzo llegué a estudiar becado a la Universidad Nacional Autónoma de México, ahí en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales, aprendí lo básico para luchar por mis ideales humanistas”, comentó AMLO sobre su juventud.

“Durante el primer semestre de la carrera, me tocó enfrentar lo terrible que fue el Golpe Militar en Chile. El maestro de la materia Ciencia Política nos propuso un análisis del proceso chileno, se trata de Raúl Olmedo, un buen maestro marxista. En esa clase revisamos el texto ‘El Estado y la Revolución’ de Lenin y con ese marco teórico, vislumbramos la terrible posibilidad de un Golpe de Estado que se consumó el 11 de septiembre de 1973, hace 50 años”, explicó el mandatario mexicano.

“Esto me impactó mucho, me marcó. El presidente chileno Salvador Allende, que todavía gobierna con su ejemplo, es el dirigente extranjero que más admiro, quien más sentimientos me genera. Fue un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas”, precisó López Obrador.

“El que opta por la lucha armada, sabe que se trata de vender o morir, pero el que no quiere la violencia para su pueblo ni para nadie, y ve con profundo respeto, con profundo amor -incluso- al adversario, no merece ser tratado de esa manera”, argumentó AMLO.

“La traición de Augusto Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos”, fustigó.

Asimismo, dijo que “El Presidente Allende nos dejó muchas lecciones de humanismo, dignidad y democracia. De él aprendimos que la mejor forma de lograr una verdadera transformación depende mucho del esfuerzo que hagamos para despertar la conciencia cívica y el cambio de mentalidad en nuestros pueblos”, zanjó.

Por su parte, el Presidente Gabriel Boric destacó el trabajo que realizó la embajada de México durante la dictadura militar.

“El 11 de septiembre de 1973, en una embajada, la embajada mexicana, en donde poco a poco comienzan a llegar desesperadamente militantes, obreros, gente en busca de refugios y en donde un embajador valiente recibe tanto en su residencia como en la embajada, a cientos de chilenos y chilenas, y él mismo corriendo riesgos personales dada la contingencia del momento, va a buscar a la familia del Presidente Allende, a Isabel, a la señora Hortensia (Bussi), y el Gobierno de México, con una solidaridad que lo ha caracterizado a lo largo de la historia, le da asilo y cariño en el dolor a miles de chilenos, quienes fueron privados de su patria, de su nacionalidad y que intentaron privarlos de dignidad, pero no pudieron”, argumentó Boric.

«El presidente Andrés Manuel López Obrador no acostumbra a hacer estos viajes y, por eso, me honra profundamente que haya decidido acompañarnos en esta fecha tan simbólica para nosotros», cerró el Jefe de Estado chileno.