En Concejo Municipal Extraordinario, concejales de Quilpué rechazaron por segunda vez consecutiva la contratación del Servicio de Barrido y Limpieza de Calles del sector urbano de la comuna. El actual servicio estará vigente hasta el 6 de julio y, de no aprobarse, cesarían los servicios de barrido de calles, limpieza de sumideros, retiro de acopio de residuos domiciliarios, desmalezados, preparación pre y post sistema frontal, entre otros, dejando a la comuna en riesgo sanitario.

Inicialmente, la licitación para la renovación del servicio recibió una oferta que sobrepasaba con creces el presupuesto máximo disponible. El gasto máximo proyectado era de $79 millones por parte del municipio, pero la única empresa disponible en el primer llamado ofertó $140 millones, excediendo con creces el presupuesto disponible y declarando desierta la licitación, por lo que se procedió a llamar a trato directo, por el breve plazo disponible para retomar este importante servicio.

En este llamado, se decidió contratar por trato directo a la empresa Demarco, la cual ofertó una propuesta de $76 millones, es decir más barata que la original; mejoró el sueldo de los trabajadores; y aseguró la limpieza de las calles con servicios básicos comprometidos. Los concejales exigieron la disminución del periodo de tiempo de 12 meses, pero rechazaron la segunda propuesta en donde se realizó esta disminución. Ahora, queda una última oportunidad en un nuevo concejo extraordinario, en donde podría perderse el servicio de limpieza hasta nuevo aviso.

Los concejales que rechazaron fueron Renzo Aranda (DC), Monica Neira (RN), Maria Paola Olguín (PS) y Patrick Retamales (Ind), quienes también manifestaron su voto en contra en el Concejo Municipal ordinario del pasado martes 27 de junio. 

Al finalizar el concejo el alcalde (s) de Quilpué, Pablo Piñones, afirmó que “lo que se rechazó hoy es una propuesta mucho más barata que lo que hoy estamos pagando. Lo que se rechazó hoy fue un aumento de sueldo a los trabajadores por 8 meses, y lo que se rechazó hoy pone en riesgo sanitario a nuestra comuna”.

En este sentido, el administrador municipal llamó a los ediles a reflexionar y votar con responsabilidad en la próxima y última instancia, con el fin de “asegurar la continuidad del servicio el 6 de julio. El día de hoy lamento mucho la votación, creo que pone en riesgo la continuidad del servicio en la comuna y que se afectan ciertos principios de contratación pública”. Además, criticó que “ninguno de los argumentos que se han dado el día de hoy apuntan a cuestiones técnicas o administrativas, sino que como se ha dicho, a cuestiones “de confianzas políticas”, y aquí no estamos para tener consideraciones políticas cuando se trata de la seguridad y bienestar de los habitantes”.

En la misma línea la concejala Paula Castro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Medio Ambiente e Interculturalidad, lamentó que haya “posiciones inamovibles, que hoy nos llevan a una decisión un tanto crítica en términos jurídicos respecto a lo que dice la norma de compras, pero tenemos que asegurar que el servicio de barrido de la comuna, que ve muchas otras cosas necesarias”.

Considerando la urgencia actual para la comuna, Piñones aseguró que “en un espíritu de diálogo vamos a volver a ingresar una propuesta que recoja la última consideración que tienen, que el trato directo no dure 8 meses, sino que dure 4 o 3 meses. Desde ya advierto que este trato directo no va a permitir una licitación pública como corresponde y va en contra de todas las consideraciones técnicas que han indicado funcionarios municipales”.