La familia de Pamela Pereda matrona del Hospital San Pedro de Los Vilos, en la región de Coquimbo, presentó una querella para esclarecer su muerte, debido a que esta se fue a realizar una inyección por dolor de cuello y salió sin vida de aquel procedimiento.

Al respecto, su hija, Pamela Viera, relató a LUN que su madre y dos de sus hijos irían a comer, pero antes pidió que la llevaran a su lugar de trabajo, porque la noche anterior había dormido mal y le dolía el cuello, por lo que quería que le inyectaran algo.

De esta manera, la matrona le dijo a su hija “Espérenme 15 minutos, salgo y vamos a almorzar”, pero ese tiempo se extendió situación que preocupó a sus familiares. “Pasaron 15, 20, 25 minutos y nada. Así es que mi hermano la empezó a llamar. Mi mamá tenía eso de que siempre contestaba el teléfono, sobre todo a sus hijos”, comentó.

Fue así, que tras una serie de llamados, un sujeto contestó el móvil y les pidió que fueran al hospital.

“Al abrir la mampara de urgencia, mi hermano se encontró con 10 personas tratando de reanimarla, cosa que se extendió por 30 o 40 minutos”, agregando que tras los intentos de los médicos no tuvieron el resultado esperado, y Pamela Pereda murió en el lugar.

Tras este repentino deceso y a casi un mes del hecho, la familia sigue sin comprender lo sucedido por lo cual  acudió al abogado Alejandro Mendoza para interponer una querella y dilucidar si hubo presuntas responsabilidades.

“Se han solicitado diversas diligencias, incluyendo la investigación de quién le inyectó y qué se le inyectó. Así como un examen médico legal de la sangre”, señaló Mendoza.

Finalmente, su hija aún consternada por el deceso destacó que “ella dejó su vida en el hospital, literalmente. Su sueño era abrir un centro ginecológico para niños de escasos recursos. Es que mi mamá era de esas profesionales antiguas, que vibraba con su profesión. Amaba lo que hacía”.