La viruela símica, conocida como “la viruela del mono” es una enfermedad viral rara, que se transmite de los animales a las personas, cuyos síntomas son parecidos a los que se observan a los pacientes que se enfermaban de viruela humana, aunque menos graves.

De acuerdo a lo informado por la OMS, existen brotes esporádicos de la viruela símica  en algunas partes centrales y occidentales de la selva tropical de África, particularmente en  la República Democrática del Congo, donde se considera endémica, desde hace varios años, incluso fue diagnosticada en 10 países africanos desde 1970.

La Organización Mundial de la Salud detalla que la viruela símica, “se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. En África se han descrito infecciones humanas resultantes de la manipulación de monos, ratas gigantes de Gambia o ardillas infectados. Se considera que los roedores son el principal reservorio del virus. Un posible factor de riesgo es la inadecuada cocción de la carne de animales infectados”.

TRANSMISIÓN DE PERSONA A PERSONA

La transmisión secundaria, o de persona a persona,  “puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión”, informa la OMS.

A esto agrega que “la transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias, generalmente tras prolongados contactos cara a cara con el paciente, lo que expone a los miembros de la familia de los casos activos a un mayor riesgo de infección. La infección se transmite asimismo por inoculación o a través de la placenta (viruela símica congénita)”.

La OMS recalca que a la fecha no ha podido ser demostrado que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela símica en los seres humanos.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

El periodo de incubación de la viruela símica es entre 6 y 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días  hasta que aparezcan los primeros síntomas.

La infección con la viruela símica puede dividirse en dos periodos:

  • El periodo de invasión (entre los días 0 y 5), caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía);
  • El periodo de erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre), cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). La evolución del exantema desde maculopápulas (lesiones de base plana) a vesículas (ampollas llenas de líquido), pústulas y las subsiguientes costras se produce en unos 10 días. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.

Uno de los síntomas que diferencia la viruela símica de otras enfermedades similares, es la grave inflamación de los ganglios linfáticos).

LETALIDAD

Si bien la tasa de letalidad ha variado en las diferentes epidemias, ha sido inferior al 10% en los eventos documentados. La mayoría de los decesos se producen en los niños pequeños y, en general, los grupos de edad más jóvenes parecen ser más susceptibles a la viruela símica.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico definitivo de la viruela símica solo se puede establecer mediante pruebas de laboratorio. El virus se puede identificar mediante diferentes pruebas que tienen que realizarse en laboratorios especializados.

TRATAMIENTO Y VACUNA

La OMS anunció que no existen tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus de la viruela símica, aunque se pueden controlar los brotes. En el pasado, la vacuna antivariólica demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela símica. Sin embargo, la vacuna ya no está accesible al público, puesto que se suspendió su producción tras la erradicación mundial de la viruela. Con todo, la vacunación antivariólica previa puede contribuir a que la evolución de la enfermedad sea más leve.

PREVENCIÓN

El organismo, hace un llamado a hacer seguimiento a los contactos estrechos de una persona infectada como forma de prevención de la transmisión.

Además, ante la falta de vacuna, los mensajes educativos de salud pública deben centrarse en los siguientes aspectos:

  • Reducir el riesgo de transmisión de los animales a las personas. La labor de prevención de la transmisión en las regiones endémicas debe focalizarse en evitar cualquier contacto con roedores y primates y, en segundo lugar, limitar la exposición directa a la sangre y la carne, y cocinarlos a fondo antes de consumirlos. Durante el manejo de animales enfermos o sus tejidos infectados, y durante los procedimientos de matanza, deben usarse guantes y otra ropa protectora adecuada
  • Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona. Es preciso evitar el contacto físico estrecho con las personas infectadas por el virus de la viruela símica. Para asistir a los enfermos se deben usar guantes y equipo de protección. Hay que lavarse las manos sistemáticamente después de asistir o visitar a un enfermo. Se recomienda aislar a los pacientes en su casa o en centros de salud.