A pesar de las limitaciones de la pandemia, los 11 casinos autorizados por la Ley N°19.995 que pudieron ofrecer sus servicios aportaron $2.995 millones a las arcas públicas en diciembre del año pasado.

Esos casi 3.000 millones, unidos a las cantidades de los meses anteriores, dejan un total cercano a los 30.000 millones que se desglosan de la siguiente manera:

  • $13.365 millones fueron a las comunas y gobiernos regionales.
  • $4.456 millones se adquirieron en concepto de impuesto a las entradas (recordemos que actualmente cualquier casino tiene la obligación de cobrar una entrada a sus visitantes).
  • $13.103 millones correspondieron al IVA del juego.

¿Convendría legislar?

La recaudación de los impuestos del juego puede llegar a ser muy importante para las localidades más pequeñas que ven como el casino no solo es un punto de interés turístico sino una fuente de ingresos y puestos de trabajo.

Sin embargo, la pandemia se ha hecho notar. Las 127.622 visitas de diciembre supusieron una reducción del 80 % con respecto al mismo mes de 2019.

Por ello, algunos expertos consideran que es el momento adecuado para que el legislador chileno regule el juego online y los jugadores puedan disfrutar de sus juegos favoritos, al mismo tiempo que el estado pueda sacar su justa parte del beneficio obtenido.

Actualmente, Chile no cuenta con regulación para el juego online, a diferencia de lo que ocurre con los casinos online en España o en Colombia donde Coljuegos se ha convertido en un referente para toda América Latina.

Sin embargo, la ausencia de regulación es algo tristemente habitual en el mundo. Por ejemplo en los Estados Unidos, solo algunos estados han dado el paso de regular y en Argentina, la regulación y concesión de licencias todavía se encuentra en sus primeros pasos.

Según los expertos, una buena regulación hace que el juego sea más justo y seguro y evita situaciones en las que los jugadores tienen que investigar las licencias que dicen tener los casinos, para ver si son reales o meros productos del marketing.

El sector está sufriendo

 Volviendo a los efectos de la pandemia, el sector del juego está sufriendo como cualquier otro.

Hace unas semanas, los trabajadores de Monticello se manifestaron en la Ruta 5 para exigir al gobierno que permitiera abrir a los casinos en fase 2, pues necesitan el dinero literalmente para comer.

El papel del gobierno tampoco es fácil, ya que tiene que compaginar los intereses económicos con los sanitarios. Afortunadamente, las protestas fueron escuchadas parcialmente y ahora los casinos pueden abrir en fase 2 siempre que sus instalaciones sean un espacio abierto.

Otra empresa que no pasaba por su mejor momento parecía ser Enjoy. Pero sus acreedores, que serán también sus máximos accionistas en el futuro, han manifestado admitido contactos para fusionar la empresa con Sun Dreams creando así un gigante del juego en Chile. La fusión afectaría negativamente a la competencia del sector de juego del país, pero al mismo tiempo generaría una gran corporación capaz de hacer grandes cosas. Solo el tiempo nos dirá qué consecuencias tiene este movimiento si finalmente se confirma.

*Juegues donde juegues, hazlo con responsabilidad. Solo +18.