Tras el difundido anuncio de su renuncia que se atribuía a «razones personales», se confirmó que el director de el Movilh, Rolando Jiménez, permanecerá en la organización.

Mediante una declaración pública, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual expresó que «nuestro histórico dirigente, y uno de los pioneros del movimiento LGTBI en Chile, se mantendrá en nuestra organización contribuyendo a defender y promover los derechos humanos de las personas LGTBI»

La organización explicó que Jiménez padece una fuerte depresión, debido al asesinato de Daniel Zamudio el año 2012, lo cual, sumado a otros factores como ser testigo de constantes actos de discriminación e injusticias hacia la comunidad que defiende, el estrés laboral y el constante «trolleo», por medio de redes sociales, de organizaciones contrarias que, incluso, lo han acusado de pedofilia «sólo por haber promovido políticas educacionales sobre derechos LGTBI en la enseñanza media y básica y por impulsar la plena igualdad de la edad de consentimiento sexual de las personas, al margen de su orientación sexual e identidad de género», ha generado un gran desgaste emocional en el dirigente.

Es por ello que, desde ahora, Jiménez realizará labores internas dentro del Movilh, con el fin de seguir trabajando, según señalaron, de forma gratuita en pos de las personas LGTBI sin sufrir mayores desgastes emocionales.

Por último, el colectivo desmintió categóricamente que el Rolando Jiménez fue expulsado en 1995 para regresar en 1999.