El administrador apostólico de la diócesis de San Felipe, Jaime Ortiz de Lazcano, ratificó al sacerdote Juan Carlos Orellana como vicario parroquial de la parroquia Santa Ana de Longotoma, pese a haber sido condenado por el delito de abuso sexual.

Según informa La Tercera, Orellana fue sentenciado el año 2006 por abusar de una menor de 17 años, recibiendo la sanción civil de 4 años de pena remitida y la canónica de 3 años de suspensión del ejercicio de sus funciones sacerdotales.

Lazcano confirmó al prebístero en el cargo el pasado 27 de noviembre, pese a que el ex obispo Cristian Contreras Molina había aconsejado pedir la dimisión del religioso al Papa Francisco.

Asimismo, Contreras había limitado las funciones de Orellana, sacándolo del cargo, prohibiéndole el contacto pastoral con menores de 25 años, revocándole la facultad de confesar a menores de edad, fijándole una residencia permanente y estableciendo que sólo podía ejercer públicamente su ministerio en los límites de la parroquia.

No obstante, todo esto fue desestimado cuando Lazcano reemplazó al exobispo Contreras el pasado 21 septiembre.