El ministro del Interior Andrés Chadwick confirmó esta  mañana en una rueda de prensa que carabineros que participaron del operativo en que murió el joven comunero mapuche, Camilo Catrillanca, sí portaban cámaras y que destruyeron las grabaciones registradas durante esa jornada.

Tras contar el hecho, que le fue revelado por el propio General Hermés Soto, calificó el asunto como «muy grave» y añadió que «no lo vamos a tolerar».

Acto seguido anunció que el «General Mauro Victoriano, jefe de seguridad y orden en La Araucanía, y el coronel Iván Contreras Figueroa, prefecto de las Fuerzas Armadas, fueron separados de su cargo por la responsabilidad de mando».

Además, señaló que «están en proceso de ser dados de baja los cuatro integrantes del GOPE que llegaron inicialmente al lugar de los hechos, por no haber dicho la verdad sobre las cámaras de vigilancia».