Este viernes 5 de octubre se cumplen 30 años del triunfo del «No» en el plebiscito con el que se decidiría si Augusto Pinochet seguía o no en el poder hasta el 11 de marzo de 1997.

Uno de los hechos más recordados por los chilenos fue el emplazamiento que Ricardo Lagos realizó a Pinochet en el programa “De cara al país”, hecho que pasó a la posteridad y que se conoce como «El dedo de Lagos».

Hoy, en conversación con el matinal de Canal 13, «Bienvenidos«, el ex Presidente de la República dio a conocer detalles desconocidos de la trastienda de este momento protagonizado en el espacio conducido por la fallecida periodista Raquel Correa.

En primer lugar, Lagos explicó que el programa fue reconstituido un par de veces junto a su equipo, «con un estudio idéntico al de Canal 13», donde ensayaban, ante un panel, las preguntas que le podían realizar.

También aseguró que alguien del programa le dijo segundos antes de salir al aire que si miraba directamente a la cámara no podrían quitarle el plano «porque parecería una censura brutal».

Además, señaló que desde la producción le hicieron sacar su reloj con esfera negra y poner su anillo de casado, recordando que estaba en un canal dominado en ese entonces por la Iglesia Católica. El problema -según dijo- era que no tenía anillo, por lo que tuvo que pedírselo a su suegro.

Ya al aire, cada uno de los cuatro bloques contaban con 15 minutos. Ricardo Lagos iba al último. Por la contingencia, su espacio se redujo a sólo nueve minutos, lo que generó su molestia debido a que debía compactar lo ensayado previamente con su equipo.

En ese sentido, el ex Presidente comentó que «necesitábamos 42 mil apoderados para contar los votos. Además, yo iba a denunciar lo ocurrido en el Plebiscito del ’80 porque fue irregular. Lo que quería era invitar a los ciudadanos a que nos acompañaran, pero me dieron sólo nueve minutos».

Fue en este momento que comenzaron a salir las palabras dirigidas a Pinochet: «Me parece inadmisible que un chileno tenga tanta ambición de poder, de pretender estar 25 años en el poder», todo esto, mientras señalaba con su dedo índice hacia la cámara.

Una vez culminado el programa, Raquel Correa se le acerca a Lagos y le dice al oido que «me van a clausurar el canal después de esto», situación a la que -dijo- «no le di mayor importancia».

Tras ello, el ex Mandatario aseguró que «cuando salí del canal tampoco le di importancia, pese a que habían unas 80 personas aplaudiéndome afuera. Yo pensé que esto era algo que a todos los que iban a la tele le pasaba».

Finalmente, Lagos manifestó que comenzó a notar la importancia de lo que había hecho fue al día siguiente, cuando «caminé por el paseo Ahumada y Agustinas, y la gente se me empieza a acercar. La gente me saludaba y me di cuenta del efecto de la televisión y de lo que había significado mi acción», de la cual aseguró que fue algo «absolutamente natural».