En septiembre comenzará a regir en la región de Valparaíso el Sistema de Admisión Escolar (SAE), más conocido como “tómbola”, en el que alumnos postulan a establecimientos subvencionados y municipales sin rendir pruebas de admisión o entrevistas personales con familiares.

En suma, con el afán de no discriminar, el aspirante entra a una especie de sorteo aleatorio donde se determinará si es aceptado o no en el colegio que postule.

Una postura contraria a esta iniciativa presenta la presidenta de la Comisión de Educación de Viña del Mar, concejala Macarena Urenda (UDI), quien señaló que “no estoy a favor del sistema de tómbola (…) El tema educativo es demasiado importante como para que se resuelva por factores de suerte o azar”.

Continuó indicando que «la intención que hay detrás de esto no es mala, en el sentido que se trata de no discriminar. Sin embargo, hay criterios que se podrían aplicar que, sin ser discriminatorios, ayudarían a formar los cursos de manera más adecuada y a configurar mejor la cultura escolar».

Una de las opciones planteadas por la edil es «priorizar a los alumnos que vivan cerca del establecimiento educacional, ya que eso resolvería muchos problemas como la asistencia, puesto que el alumno tendría muchas más facilidades de llegar a su colegio, los padres podrían colaborar más y se podría conformar una cultura escolar más fuerte y directamente vinculada con la comunidad».

De igual forma, postuló que como parte del proceso se debiesen evaluar factores como la adhesión de los padres con el proyecto educativo del colegio, la edad de los niños, los intereses de los menores y de su grupo familiar.