Un hito en el desarrollo de la observación astronómica marcó el histórico trabajo de un grupo de astrónomos que logró capturar desde Chile la primera imagen en directo de un planeta en formación.

Destaca en el equipo de astrofísicos la participación de Johan Olofsson, líder del Grupo Tándem Max Planck Universidad de Valparaíso e investigador asociado del Núcleo Milenio de Formación Planetaria, perteneciente al Instituto de Física y Astronomía de la UV.

El estudio logró identificar un objeto de masa planetaria formándose en el disco que rodea a una estrella enana joven bautizada como PDS 70. Los astrónomos localizaron este planeta bebé a una distancia equivalente a la que existe entre Urano y el Sol, es decir a unos tres mil millones de kilómetros.

El trabajo, liderado por M. Kepler, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania, fue publicado en la prestigiosa revista científica Astronomy & Astrophysics.

Según explica Johan Olofsson, «se sabe que los planetas llamados circumestelares se forman en discos alrededor de las estrellas, y deberían conformar una superficie continua, sin surcos ni cavidades, pero cuando un planeta se forma dentro de este entorno uniforme, poco a poco va abriendo un camino en el disco, dejando un surco de diversos tamaños debido a la presión que ejerce en él”.

Añade que hasta ahora, en la mayoría de los casos los astrónomos habían observado los surcos pero no los planetas que los ocasionan, por lo que les era complejo concluir al respecto. Sin embargo, en esta investigación se detectó un objeto de masa planetaria dentro de un surco en el disco que rodea a PDS 70, estrella joven ubicada dentro de nuestra galaxia, a unos 368 años luz de distancia de nosotros.

Cerró diciendo que «cuando esto ocurre, cabe la posibilidad de que esa fuente puntual sea un objeto más cercano o más lejano, pero proyectado justo donde debería de estar el planeta. Para corroborar que lo que veíamos no era una simple proyección, observamos con distintos filtros y en distintos momentos. Esto último es crucial, porque nos permite ver si esa fuente puntual se mueve acompañando a la estrella en su viaje por la galaxia o no».