Con una iniciativa que cada cierto tiempo vuelve a estar en el centro del debate, el diputado Vlado Mirosevic (PL) y el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) explicaron el proyecto de ley que propone la posibilidad de que las personas que se encuentren con diagnóstico letal y sometidos a tratamientos dolorosos puedan ponerle término a través de una acción médica consentida con el paciente.

En este sentido, el senador por la región de Valparaíso aclaró que “lo que persigue esto es conseguir lo que se llama una muerte digna, lo que hoy día en Chile no está regulado. Son legislaciones de otros países donde existe esta posibilidad de adultos conscientes que tienen en la práctica sus días contados, que puedan evitarse un dolor o un tratamiento que no llegará a destino sino solamente mediante un tratamiento artificial para extender la vida o la posibilidad de que puedan ponerle término”.

Por ello, indicó que «queremos hacer un llamado al parlamento y al gobierno para mirar esto de manera amplia, entendiendo que es opinable. No hay verdades en esto, hay opiniones. Lo importante es que en una sociedad democrática como la chilena haya un sistema en el cual, respetando la individualidad de cada uno, su manera de ver la vida, credos y valores, también puedan decidir la forma en que quieran dejar este mundo, cuando hay circunstancias apremiantes, dolorosas y muy complejas”.

Por su parte, el diputado Mirosevic indicó que el proyecto tiene por finalidad “respetar la voluntad del paciente. La mayoría de los partidos de la ex Nueva Mayoría, del Frente Amplio en conjunto, e incluso una parte de Chile Vamos, ya han declarado su posición favorable a legislar en Chile para que exista el derecho a morir dignamente».

Finalmente, dijo que «insistimos con que el principio que está detrás de esto, tiene que ver con respetar la voluntad del paciente. No queremos que la sociedad obligue a una persona a pasar por un sufrimiento brutal que no tiene ninguna justificación. Por lo tanto, el llamado es que nos abramos a un debate democrático en el cual habrá que ponerse en los zapatos de cada paciente para entender lo que decida».