Señor director:

Un nuevo período presidencial partió en nuestro país y sin duda, será una época marcada por enormes desafíos. Uno de ellos tiene que ver con el futuro de la movilidad urbana.

La ciudadanía a estas alturas exige respuestas y soluciones a un conjunto de problemas relacionados con la movilidad y los sistemas de transporte. Parece paradójico que aunque contamos con una nueva línea de Metro en Santiago,  paralelamente crezca el parque automotriz y la congestión, lo cual también ocurre en regiones. Es evidente que el transporte público de superficie está en deuda y debe mejorar sus estándares y modelos de gestión con urgencia. Al abrir nuevas licitaciones para el Transantiago sería esperable un modelo de buses eléctricos más amables con el medio ambiente, como los que hoy circulan en varias ciudades del mundo con costos similares a los que se cobran en Santiago.

Mejorar la calidad de vida urbana,  requiere comprender colectivamente que las malas decisiones sobre la planificación y desarrollo de una cuidad, impactarán negativamente en la calidad de vida de sus habitantes. Necesitamos fortalecer políticas de desarrollo urbano, mejorar la calidad de los espacios públicos y que el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano se visibilice con acciones  concretas.

Es la ciudad del futuro próximo la que nos debe invitar a caminar más, a pedalear y a dejar el auto en casa.

 

Uwe Rohwedder G.
Director Escuela de Arquitectura
Universidad Central