Autoridades de la región de Valparaíso anunciaron una serie de medidas para enfrentar lo que se ha denominado como «superlunes», jornada en que se espera regrese a clases gran cantidad de escolares y universitarios, sumado al retorno al trabajo de miles de personas tras el periodo de vacaciones.

En concreto, la Seremi de Educación instruyó a los establecimientos del plan de Valparaíso para que se establezca un horario diferido, en términos de que puedan llegar más tarde a sus lugares de estudio, evitando colapsar el transporte público y congestionar las principales arterias de la zona.

Al respecto, el intendente Gabriel Aldoney puntualizó que «hemos tomado medidas con el ingreso de los estudiantes, y con las cámaras del sector privado, para solicitarles que se pudiesen generar grados de tolerancia para que las personas tengan ciertas holguras para entrar o salir del trabajo».

Acerca de una posible restricción vehicular más extensa en la avenida España, el jefe regional planteó que «esta alternativa trae más problemas que soluciones a las familias, por lo tanto, estamos optando por la autorregulación de las personas, que en gran mayoría han tenido una actitud comprensiva”.

Finalmente, el secretario regional ministerial (seremi) de Educación, Alejandro Tapia, aseguró que la primera semana de ingreso a clases será «de transición».