Tras una sesión maratónica que se extendió durante más de 20 horas, el Senado de Brasil resolvió finalmente que la presidenta Dilma Rousseff será sometida a juicio político y será suspendida por 180 días.

De los 81 senadores, 55 votaron a favor y 22 en contra. Hubo una abstención y tres ausentes, y se espera que la mandataria entregue un mensaje a la nación a las 10 de esta mañana.

La sesión especial, que comenzó ayer a las 9.50 de ayer, fue abierta por el presidente del Senado Renan Calheiros, y en ella intervinieron por 15 minutos cada parlamentario antes de la votación.

Durante el lapso de tiempo en que Dilma se encuentre suspendida mientras el Senado lleva a cabo el juicio, asumirá su vicepresidente, Michel Temer, que ya tendría preparado su gabinete.

Los cargos contra Rousseff incluyen haber incumplido normas fiscales administrando el presupuesto federal. Sin embargo el proceso se convirtió también en una especie de referendo para su presidencia, mientras Brasil se encuentra en una profunda recesión económica y se lleva a cabo una amplia investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras.