A través de una declaración pública, Rodrigo Tupper Altamirano anunció que tomó la decisión de dejar el sacerdocio e inició el proceso de solicitud de la dispensa del celibato.

«Después de un largo período de discernimiento personal y habiéndolo conversado con la autoridad eclesiástica pertinente, he tomado la decisión de dejar el ejercicio del ministerio pastoral e iniciar el proceso de solicitud de la dispensa del celibato», señala en la declaración.

Agrega que su decisión «no está exenta de dolor» y que la ha tomado «bajo la convicción de estar respondiendo a mi consciencia de forma libre y responsable y por razones estrictamente vocacionales».

Por eso, afirma que siente «una gran paz interior» y una «auténtica alegría de haber dado lo mejor de mí por la iglesia de Santiago».

También agradece «todo lo que he recibido de la Iglesia», tanto sacerdotes como laicos, en sus más de 25 años de vida sacerdotal.