Equipo Grez 49er ©Bernardita Grez El Equipo Grez, integrado por los hermanos Benjamín y Cristóbal Grez Ahrens, llego hoy a Brasil, donde enfrentará la quinta gira internacional 2014 de su campaña olímpica, que comenzó en febrero pasado.

A bordo de un velero de la clase 49er, los sobrinos nietos de la medallista olímpica Marlene Ahrens, quienes pretenden clasificar a los Juegos Rio 2016, participarán en el Campeonato Sudamericano de Veleros 49er, del 5 al 8 de noviembre, precisamente en aguas cariocas.

En tanto, del 11 al 14 de noviembre, en el mismo escenario, se disputará el denominado Campeonato Intergaláctico, donde Benjamín participará acompañado de otro tripulante (por confirmar), pues en esa misma fecha Cristóbal deberá integrarse a la tripulación de “Volvo”, con la que consiguió la medalla panamericana de bronce 2011, para competir en el Sudamericano de Veleros J-24 en La Punta, Perú, certamen que entregará dos cupos-país para Toronto 2015.

“Será muy provechoso medirnos con la flota de Sudamérica, y nuevamente navegar en la cancha en que se realizarán los Juegos Olímpicos. Allí esperamos estar compitiendo en 2016”, señaló Benjamín, el timonel de la embarcación.

“Mi hermano debe ir a correr a Perú, pero no queremos perder la oportunidad de participar en el Intergaláctico, al que vienen muchos equipos de otros continentes, así que estamos en conversaciones para que me acompañe otro tripulante, probablemente argentino”, agregó.

“Serán semanas muy intensas, pero lo que más nos gusta es navegar, así que pese al cansancio, lo disfrutaremos mucho. Es muy bueno volver a competir con rivales y amigos de países vecinos, a algunos de los cuales no hemos enfrentado todavía”, señaló Cristóbal, tripulante de la dupla que actualmente ocupa el 81º del Ranking Mundial de Vela Olímpica.

EL EQUIPO GREZ

Los hermanos Grez Ahrens, quienes en febrero pasado iniciaron su campaña para conseguir un cupo en Rio 2016, acumulan innumerables éxitos deportivos. Benjamín fue múltiple monarca en la categoría Optimist (para menores de 15 años) y ha sido el único chileno que ha conseguido el vicecampeonato mundial (2007, Italia), a lo que se suman sus medallas de bronce en mundiales de la categoría olímpica 420 (Junior 2009 y Adulto 2011), incluida su clasificación a los Juegos Olímpicos Londres 2012 en la clase 470. En tanto, Cristóbal, con sólo 26 años, exhibe en su palmarés el título nacional de Optimist 2002, plata juvenil en el Sudamericano de Láser 2004, vicecampeonato en el Sudamericano 2006 de veleros Lightning, y Top Ten mundial y medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 en la modalidad J-24.

Benjamín, de 21 años, congeló su carrera de Ingeniería en la Universidad Católica y Cristóbal, de 26 años, renunció a su trabajo como Ingeniero Comercial en MBI Inversiones, para dedicarse al ciento por ciento a este proyecto.

La edad de ambos deportistas les permite proyectarse a largo plazo en la navegación y, por otra parte, les entrega la experiencia necesaria para lograr la hazaña de clasificar a Río 2016. Para ello, cuentan con el apoyo de la empresa privada, a través de MBI Inversiones, Clínica MEDS, Volvo y CORDEP, junto con el patrocinio de Broota y la Federación Chilena de Navegación a Vela, además del Instituto Nacional de Deportes.

 EL BARCO

El 49er (en inglés, forty-niner), es un velero olímpico biplaza (para dos tripulantes), diseñado por el australiano Julian Bethwaite y definido como una revolución en la vela ligera internacional; entre otras cosas, porque ambos navegantes gobiernan y estabilizan la embarcación, mientras se cuelgan para contrarrestar la escora (la inclinación del bote) y utiliza un Spinnaker (vela globo) asimétrico de gran superficie.

Mide 4,995 metros de eslora (largo del casco), de manga (ancho del casco) tiene de 1,690 a 2,90 metros (posee alas retráctiles) y pesa de 62 a 92 kg. El mástil alcanza los 8,10 metros de altura y mientras su vela mayor cuenta con 15 m2 y el foque 6,20 m2, su gennaker (spi asimétrico) es de 38 m2.

Cuando apareció el 49er, muchos especialistas lo calificaron como un barco “imposible”. Algunos regatistas lo probaron y se sumaron a esa opinión. Era tan diferente  de todos los demás… Sin embargo, en la actualidad es uno de los barcos de mayor prestigio en mundo, al que se le reconoce por haber añadido high performance, velocidad y espectáculo al deporte náutico, pues presenta un altísimo grado de exigencia a sus tripulantes y representa un gran desafío técnico y deportivo.