MJBravo.Tras el terremoto que afectó a la zona norte de país y que mantuvo en alerta de tsunami a toda la costa nacional, son varias las interrogantes que deja dicho evento, especialmente, las que tienen relación a un nuevo y pronto sismo de envergadura.

En busca de intentar despejar todas estas interrogantes, la geóloga y directora de Geología de la Universidad Andrés Bello, María Jesús Bravo, explicó que “este terremoto ocurrió en el lugar esperado, que es la zona de 600 kilómetros de largo, con 139 años sin actividad sísmica importante, pero no la abarca completamente. La ruptura ocurre sólo en el segmento central, por lo que aún podrían ocurrir eventos semejantes en los segmentos al norte y al sur de éste. Aún no es posible conocer con certeza cuándo ocurrirán”, advierte.

La académica rescata que se observó una mayor organización por parte de las autoridades y una mejor respuesta de propia comunidad. Se informa de manera oportuna la ocurrencia del evento y las personas evacúan responsablemente a sectores indicados como seguros; pero asegura que falta mejorar la claridad del mensaje en cuanto a las distintas etapas de la emergencia. Esto es, que exista conocimiento y diferenciación de la llamada alerta preventiva, alerta, alarma, entre otras.

Respecto a los riesgos de tsunami de las localidades que fueron arrasadas por el mar en el terremoto de 2010, comenta que son los mismos para toda la costa chilena. “Los efectos variarán dependiendo de la ubicación del epicentro (dirección del frente de ondas) y la topografía del fondo marino, pues no tiene las mismas consecuencias un terremoto ocurrido al norte o al sur de Concepción”. Por ejemplo, en el 2010 el frente de ondas provenía del norte y sus efectos fueron evidentes en la Bahía de Talcahuano, mientras que en la Bahía de San Vicente no se observaron daños mayores. Pero si el terremoto hubiese sido al sur de la ciudad, los efectos hubiesen sido al revés