En la isla de Okunoshima, Japón, una estampida de frenéticos conejitos silvestres persiguen a una mujer para que les entregue el alimento que lleva en una bolsa de plástico.

133215_pasdf_principalJapón.- Cuenta la leyenda que el Ejército Imperial Japonés utilizó la isla de Okunoshima como campo de pruebas de armas químicas durante la Segunda Guerra Mundial.

Supuestamente también habrían utilizado conejitos para hacer sus pruebas; cuando la guerra terminó, se clausuraron las pruebas y los conejos fueron dejados en libertad. Desde entonces los conejos reinan en la isla, viven libres y no temen a los humanos.

Como los que «atacaron» a la usuaria de LiveLeak que compartió este video donde una estampida de conejos corre tras de ella para que les entregue el alimento que trae en una bolsa.