vacacionesEl período estival, para muchos, es sinónimo de vacaciones. Sin embargo, para otros, pese a llevar consigo el peso de un año de trabajo o estudios, es la oportunidad para incrementar sus ingresos y deciden postergar este periodo para desempeñar funciones remuneradas o simplemente permanecer en la organización con el fin de alcanzar mejoras salariales.

A juicio del Magister en Psicología Clínica y Jefe de Carrera Psicología de la Universidad Santo Tomás Viña del Mar, John Molina Cancino, esta decisión de postergar el descanso puede traer consigo múltiples consecuencias a nivel psico-emocional en el individuo.

“Una persona que, durante largos período de tiempo se dedican a realizar actividades que implican cierta rutina y responsabilidad se ven enfrentados, por lo general, a estados de estrés, el que se manifiesta a través de agotamiento tanto físico y mental, trastornos de sueño, irritabilidad, alteración en el apetito, entre otros”, explica el especialista.

Molina agrega que “en casos más graves podría llevar consigo trastornos en el estado del ánimo, el que podríamos describir como un estado permanente de tristeza, melancolía, infelicidad o abatimiento. Esta situación, a la larga, resulta no sólo perjudicial para el bienestar del sujeto, sino que también se traduce en una baja en la calidad del trabajo mismo. Sumado a lo anterior, provoca baja en la concentración y todo lo que acarrea consigo en el rendimiento laboral”.

Por ello, de acuerdo con el psicólogo de la UST de Viña del Mar “es necesario que durante el período de vacaciones la persona logre desconectarse totalmente de su trabajo. Esto implica dejar de lado el correo electrónico, y redes sociales que de alguna forma estén relacionadas con la oficina o lugar de trabajo. Además se sugiere realizar actividades diversas, deportivas, que impliquen innovación en actividades”.

En este sentido, Molina agrega que el período de vacaciones trae consigo múltiples ventajas, ya que renueva la disposición para enfrentar los compromisos de un año cargado de responsabilidades, llevando consecuentemente un aumento de la productividad, beneficiando con esto no sólo el cumplimiento de sus obligaciones, sino también beneficios para la propia organización.

“Es Importante destacar que para lograr un adecuado descanso no es indispensable realizar viajes a centro vacacionales; basta con realizar actividades diversas y diferentes, tanto al aire libre como cambios en la rutina, considerando siempre que la actividad física favorece la desconexión con las responsabilidades laborales” destaca el jefe de Psicología de la UST de Viña del Mar.

“Ahora bien –continúa Molina- si no se tiene otra alternativa y debe continuar laborando, se sugiere aprovechar la luz del día para realizar actividades recreativas, luego del horario laboral, que permitan desconectarse de la oficina, tales como paseos al parque, reuniones con amigos u otras actividades que impliquen actividad física. Los fines de semanas planificar salidas a balnearios o lugares de campo, de tal modo que, al menos tenga la posibilidad de desconectarse de la rutina. Asimismo, evitar llevar trabajo a la casa, organizando su tiempo al máximo de tal modo de no asignar mayor tiempo del necesario a estas labores”.