Foto-3Chile posee el 40 por ciento de los telescopios más grandes de mundo, y a fines de esta década el porcentaje se incrementará al 70 por ciento. Proyectos como Alma han contribuido a este desarrollo. Si bien la situación es calificada como muy positiva, mejorará aún más en los próximos años, ya que se espera la llegada de nuevos telescopios gigantes al territorio nacional.

Entre estos avanzados telescopios destacan el LSST (Large Synoptic Survey Telescope) o Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos, de 8.4 metros de diámetro, capaz de examinar la totalidad del cielo visible y que se construirá en la Región de Coquimbo, en el cerro Pachón; el Telescopio Gigante de Magallanes, de 25 metros, en la misma región, y el ELT (Extremely Large Telescope), cuyo espejo principal tendrá un diámetro de 40 metros (10 metros superior al más grande diseñado hasta hoy), que se levantará en el cerro Armazones de Paranal.

Con este escenario el desafío es grande, y los fondos para la investigación son primordiales para el avance de la astronomía chilena, que por sus privilegiados cielos e infraestructura tecnológica ya se ubica entre las grandes ligas a nivel mundial.

Pionero en el país

Por esta razón, la noticia de la creación del primer Instituto Científico Milenium de Astronomía de Chile (MAS), fue muy bien recibida en la comunidad científica. El proyecto fue adjudicado por la Universidad de Valparaíso, junto a la Universidades de Chile, Pontificia Católica de Chile, de Concepción y Andrés Bello, en calidad de patrocinante. El proyecto fue presentado por varios investigadores, entre ellos los doctores Jordanka Borissova y Radostin Kurtev, ambos académicos del Departamento de Física y Astronomía de la UV.

El centro, pionero en Chile, contribuirá al aumento de la competitividad científica y tecnológica del país en el área de la astronomía, apoyando directamente el trabajo colaborativo de grupos de científicos.

La Iniciativa Científica Milenium nació en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Es un programa creado por el Estado de Chile con la asesoría del Banco Mundial. Son fondos públicos que se consiguen a través de concursos públicos, abiertos a toda la comunidad científica.

Un Instituto Milenio tiene una duración de diez años, sujeto a evaluación durante el quinto año de ejercicio, período extensible por un segundo quinquenio, dependiendo de la aprobación de exhaustivas evaluaciones, así como a la disponibilidad de recursos.

Con esta adjudicación, la Universidad de Valparaíso se posiciona en el selecto grupo de instituciones que cuentan con dos centros de investigación de categoría Instituto Científico Milenium: al Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (CINV), creado el año 2011, ahora se suma el centro MAS de Astronomía.

Expectativas

Jordanka Borissova y Radostin Kurtev coincidieron en que el nuevo centro MAS permitirá un importante desarrollo de esta disciplina, no sólo en el ámbito nacional, sino también en esferas internacionales, y al mismo tiempo posicionará a la Universidad de Valparaíso como un referente en el área astronómica a nivel global.

La doctora Borissova indicó que no fue fácil obtener este patrocinio, dado que fue necesario competir con 25 postulaciones a Institutos Milenium de diferentes áreas científicas.

“Nuestro proyecto se impuso porque Chile cuenta con un potencial enorme para el desarrollo de la astronomía. Los telescopios más grandes del mundo están en territorio nacional, y la situación va a mejorar aún más en los próximos años con la llegada de nuevos telescopios gigantes al país”, sostuvo la investigadora.

Por su parte, el doctor Kurtev aseguró que “de aquí a diez o quince años vamos a tener cerca de los dos tercios de los telescopios más grandes del mundo, y en un futuro próximo se planea levantar tres telescopios gigantes más, capaces de recabar una enorme cantidad de datos, lo que permitirá un gran avance en la investigación astronómica desarrollada en el país”.

Los académicos señalaron que la adjudicación del Instituto Científico Milenium de Astronomía abrirá las puertas para el desarrollo de nuevos descubrimientos, que contribuirán a contestar las grandes interrogantes que se ha planteado el hombre desde el principio de la vida.

“La cantidad de datos que van a proveer estos telescopios es tan grande que va a generar una nueva ciencia: la minería de datos, que permitirá descubrir nuevos conocimientos en la astronomía”, explicaron.