MIEDOEl gen oprl1, que regula el miedo en los ratones y en los humanos, está implicado en el estrés postraumático, el gran problema psiquiátrico para las víctimas que sobreviven a un atentado o a un accidente, y que llegó a convertirse en un problema de salud pública tras el 11S y el 11M para una fracción sustancial de las poblaciones de Nueva York y Madrid. El gen fabrica el receptor de la nociceptina, y las moléculas agonistas, o futuros fármacos, dirigidas a estimularlo previenen el estrés postraumático en ratones.

Los científicos de la facultad de medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta, presentan sus resultados en Science Translational Medicine, la subsidiaria de la revista Science para las investigaciones que aspiran a una aplicación clínica directa. Raül Andero y sus colegas plantean la posibilidad de probar ese tipo de fármaco en las víctimas de atentados o accidentes, justo después de la situación traumática y antes de que se desarrollen los síntomas plenos del estrés postraumático.

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Hay dos propiedades de los agonistas (estimuladores) del receptor de la nociceptina (oprl1) que los hacen atractivos para su aplicación farmacológica. Pese a que los investigadores de Emory empezaron administrándoselos a sus modelos animales por inyección directa en la amígdala –la estructura cerebral de donde emana el miedo en roedores y humanos, nada que ver con las amígdalas de la garganta—, pudieron extender después los resultados administrando el fármaco de formas más aceptables para los futuros pacientes; es posible que pudieran usarse como pastillas.

El País