En menos de tres semanas la Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar evacuó dos veces su nuevo Campus por orden de la Inspección del Trabajo y arriesga clausura.

4Un desafortunado período es lo que han vivido durante el último mes los funcionarios, colaboradores y docentes de la Universidad Andrés Bello (UNAB), quienes trabajan en el nuevo campus único de Viña del Mar, que se encuentra todavía en construcción. El edificio, que es construido por Empresas Guzmán y Larraín Ltda. (G&L), hasta este lunes 25 de marzo no contaba con los permisos municipales y de seguridad necesarias para su correcto funcionamiento. Sin embargo y a pesar de ello, la reconocida casa de estudios inició sus actividades académicas el mismo día, pero debió suspenderlas tras las visita de la institución reguladora, según informó el vicerrector Juan Carlos Bull en su comunicado oficial.

El descontento no demoró y quedó al descubierto en aquella primera jornada, pues los alumnos evidenciaron las inadecuadas e inseguras condiciones en las cuales se encuentra el edificio. Trágico inicio de clases para los estudiantes que no solo deambularon por escaleras a medio terminar buscando su sala, sino también, para aquellos que se quedaron atrapados en el ascensor, para los que se lastimaron al tropezar en el lugar y para los que fueron despachados a sus casas a las 16 hrs. del lunes, sin la explicación de que su Universidad no contaba con los permisos para iniciar las actividades.

La situación se agudiza para los trabajadores y profesores UNAB quienes han permanecido en el lugar durante las últimas tres semanas en un ambiente de descontento y secretismo por la ilegalidad del funcionamiento de la Universidad. Fuentes del edificio declaran haber estado sin agua, sin luz, y sin condiciones básicas de seguridad en diversas y reiteradas ocasiones. Además de que las autoridades no han sido transparentes al informar de la situación real del edificio. Informándoles en los comunicados que se suspendían las faenas por decisión de la Universidad y no por la orden de la Seremi del Trabajo de Valparaíso, según fuentes internas de la entidad.

6Pese a que el escenario mejoró tras la primera visita de la Inspección del Trabajo, el viernes 16 de marzo, pues determinó la suspensión de las actividades administrativas por casi una semana y obligo a la Universidad a tomar medidas tales como: el cambio en las vías de acceso para sus trabajadores, las que ya no serían por entremedio de andamios, ni de maestros, sino por un pasillo “exclusivo”; se les brindó tapones para los oídos por los molestos y constantes ruidos propios de la construcción; se les entregó una mascarilla, para evitar respirar el cemento y la tierra permanente en todo el lugar; y por último un casco para que transiten por el lugar.

A pesar de estas medidas y tras la segunda inspección que realizó la Seremi del Trabajo, la Universidad nuevamente debió evacuar el edificio el lunes pasado, ya que las condiciones de higiene y seguridad no son las necesarias para albergar a los cientos de funcionarios y miles de alumnos que deben asistir al establecimiento. De este modo queda en tela de juicio la dirección administrativa del nuevo Campus, unidad encargada de gestionar el cambio y cuya directora, Sigrid Villagómez, asumió hace menos de seis meses, tras el despido del ex director administrativo José Vera, quien permaneció en la institución por más de diez años y que fue desvinculado de la casa de estudios por razones personales y no profesionales, según señalan fuentes de pasillo de la Universidad.

reclamo 1 marzo