El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, acompañado del sacerdote español, Jordi Bertomeu, entregaron detalles de lo que será su presencia en Chile, donde llegaron enviados por el Papa Francisco a cumplir una misión de la que poco y nada se conocía, tanto en Osorno como en Santiago.

En primer lugar, explicaron que «buscamos ser un signo de la cercanía del Papa con Chile. También, prestar una ayuda técnica y jurídica concreta para las curias diocesanas de Chile, para que puedan dar respuestas adecuadas a cada caso de abuso sexual de menores cometido por clérigos o religiosos».

Además, indicaron que esta visita tiene el encargo de «manifestar la particular cercanía del Papa con la Diócesis de Osorno y su pueblo, en el signo del servicio y de la comunión, en un contexto de oración, de celebración litúrgica, de mutua escucha y de cordialidad».

De igual forma, Scicluna agradeció «al amado pueblo de Chile» por la acogida brindada tanto a él como a Jordi Bertomeu en su segunda visita al país. También «agradecemos al Santo Padre Francisco por su confianza, y a su excelencia, el señor nuncio Ivo Scapolo por su colaboración».

Por último, agradeció «por la oportunidad que en comunidad nos regalaremos durante estos días, para seguir trabajando por restablecer la justicia y la comunión eclesial en Chile, como nos ha pedido a todos el Papa Francisco».