Este miércoles, el Presidente Gabriel Boric participó en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Estados Unidos, donde realizó un discurso en el que se refirió a los 50 años del Golpe de Estado en Chile y la contingencia internacional.

En este sentido, el mandatario abordó la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, recordando  el bombardeo al Palacio de La Moneda, además de las acciones conspirativas de la administración de Richard Nixon para derrocar a Salvador Allende, calificando dichos actos como algo acciones que “conmovieron la conciencia democrática del mundo”.

 “Las imágenes de La Moneda siendo bombardeada, la inmolación del Presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, y también la evidencia que el Gobierno de Estados Unidos de la época, a cargo del Presidente Nixon, había conspirado desde un inicio para promover el fracaso del gobierno chileno, conmovieron la conciencia democrática del mundo”.

Asimismo, Boric señaló que Chile tiene una infinita deuda con las Naciones Unidas y varios países del mundo que se pusieron desde el primer momento a disposición de ayudar a quienes fueron perseguidos por la dictadura: “Tenemos con Naciones Unidas, así como con varios de los países aquí presentes, una enorme deuda de infinita gratitud. Fueron miles quienes anónimamente prestaron auxilio a los perseguidos, salvaron vidas y ejercieron una solidaridad que hasta el día de hoy nos conmueve con las víctimas de la dictadura”, sostuvo.

En esta línea, recalcó que “Los problemas de la democracia deben resolverse siempre con más democracia”, apuntó.

Asimismo, recogió las palabras de Chile Vamos y añadió que “un golpe de Estado jamás es inevitable. La democracia siempre ofrece alternativas”.

“Chile es un país que progresa porque hemos sacado lecciones de nuestro pasado. Estamos reviviendo nuestro pasado para poder construir un mejor futuro, y desde ese aprendizaje nos proyectamos a los desafíos que nos plantea el presente”, agregó.

Escenario Mundial 

Más adelante, en su intervención, criticó una vez más al gobierno de Nicaragua que encabeza Daniel Ortega, el que dijo no respeta los derechos humanos de su pueblo.

“Me siento en el deber de denunciar ante esta asamblea y el mundo la persecución que hoy día vive todo quien piensa distinto del gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y (Rosario) Murillo en Nicaragua en donde no solo se prohíbe su participación en elecciones, si no que se les persigue, se les priva de nacionalidad, se les allanan sus casas y se les priva de derechos políticos”, comentó.

Además, volvió a cuestionar “la ilegal invasión de Rusia a Ucrania”, puntualizando que “no se puede responsabilizar de la misma manera al gobierno invasor que al pueblo invadido. Por lo tanto, la paz pasa por la garantía del respeto a la integridad territorial de las naciones”, afirmando que las naciones pequeñas “solo tienen al derecho internacional para defenderse de eventuales futuras agresiones. Hoy día es Ucrania, mañana podría ser cualquiera de nosotros. Y ante eso no podemos cerrar los ojos”.

Ya para el final, tuvo palabras para las sanciones y el bloqueo que aplica Estados Unidos contra Venezuela y Cuba, políticas que dijo no aportan una solución y solo generan más complicaciones a la población de esos países. Al mismo tiempo, llamó a sacar a la nación antillana de la lista de países que patrocinan el terrorismo y emplazó a la administración de Joe Biden a impulsar la política que implementó Barack Obama que terminó con la restitución de las relaciones diplomáticas.

En otro punto, el jefe de Estado abordó la situación de Palestina, declarando que “No podemos callar cuando vemos por ejemplo la ilegal ocupación y la negación de la posibilidad de un gobierno palestino. El muro que se ha instalado y que divide a sus propios ciudadanos y reconociendo el derecho de existir de los dos estados, Israel y Palestina, exigimos desde esta tribuna también el respeto al derecho internacional”.

Finalmente, Boric apuntó a la necesidad de enfrentar el cambio climático, haciendo un emplazamiento a los países que más contaminan a tener una cuota mayor de solidaridad con las naciones que menos producen gases de efecto invernadero en el planeta.