Novak Djokovic perdió los estribos en el quinto set de la final de Wimbledon cuando Carlos Alcaraz quebró su servicio, descargando su rabia contra uno de los postes de la red.

Djokovic destruyó su raqueta contra la madera que sostiene la malla en la mitad de la cancha de All England Tenis frente al juez de silla.

El hecho le valió el abucheo del público presente y un warning por parte del árbitro, traduciéndose en una multa económica.

De esta manera, el serbio se llevó la multa más grande este año en Wimbledon.