El pasado 28 de diciembre, un joven repartidor de comida rápida, perdió la vida tras ser atacado con un cuchillo por un cliente en la recepción de un edificio en Ñuñoa. ”

Herberth,  venezolano de 19 años, quien llevaba más de un año en nuestro país con todos sus papeles en regla, llegó a entregar una hamburguesa y bebida a un edificio ubicado en la calle José Pedro Alessandri a Tomás Aguirre, quien se molestó porque hubo un retraso de 13 minutos en la entrega.

Según consigna 24 horas, por medio de un chat, minutos antes, hubo una discusión entre ambos, que habría detonado el crimen.

Herberth contactó a Tomás, para detallarle porque estaba un poco atrasado, lo que se debía a una fiscalización.
Herberth: «Amigo, tuve un inconveniente porque al lado del mall estaban fiscalizando».

Tomás: «No es culpa mía, ¿Dónde está mi pedido?».

Herberth: «Yo tengo su pedido, sé que no es su culpa».

Tomás: «Que no falte nada, ni la bebida, estaré esperando abajo».

Herberth: «Y si falta la bebida ¿qué? ¿está amenazando? yo no soy ladrón, le dije que le voy a llevar su pedido y que yo lo tengo».

Tomás: «Pagué por la bebida, si no está sería un robo Trabajo en la PDI, así que espero que llegue todo en su lugar, más encima siendo fiscalizado».

Al llegar, al edificio, Herbert le vuelve a explicar lo sucedido a Tomás, quien apuñaló al joven repartidor con un cuchillo cocinero, para luego retirarse del lugar con el pedido sin prestar ningún tipo de ayuda

Tomás Aguirre fue formalizado por el delito de homicidio en el 8º Juzgado de Garantía de Santiago, decretándose un plazo de 60 días para la investigación.