The Washington Post realizó una entrevista a Irina Karamanos con el título: “Chile’s millennial first lady wants to end the job for good” , refiriéndose al fin del cargo de Primera Dama.

En la nota, sostienen que Karamanos “siempre se sintió un poco fuera de lugar en la oficina donde la anterior primera dama (Cecilia Morel) gastaba más de US$ 2.000 al mes en arreglos florales y ella sólo guarda un ramo artificial junto a la ventana”.

“De ahora en adelante, todo lo que haga quedará en segundo lugar. La primera cosa que todos sabrán de mí es que fui la pareja del presidente”, reflexionó Irina.

Bajo esa línea, indicó que es su deseo volver a la academia, enfocada en educación. No obstante se pregunta “¿Cómo luciría eso después de tener un trabajo que no buscó, uno que no cree que debiese existir?”.

Contó además las frases que la ciudadanía le dice en la calle como por ejemplo que “cuide al presidente” y ante esas solicitudes se cuestiona: “Por supuesto que lo cuido, pero si no lo hiciera, ¿Qué pasaría?, ¿este hombre no puede ser presidente?, ¿no puede ser autosuficiente?”.

El medio estadounidense remarca que Karamanos, quien busca “desmantelar una institución” con el propósito de “convencer a una nación para cambiar”, no se consideraba el tipo de mujer que suspendería sus planes por un hombre.