La exministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega (PPD), defendió su postura de dialogar con Héctor Llaitul, líder de la CAM: “No había ninguna razón -en ese momento- para no hablar con él. Y lo que hubo simplemente fue una serie de coincidencias desafortunadas”.

En entrevista con La Tercera, la ex secretaria de Estado detalló que cuando se realizó la llamada “no había ninguna razón para no conversar con Llaitul. ¿Por qué? Porque en ese momento la posición que teníamos en el Gobierno era que había que conversar, que las personas no se perseguían por sus ideas, sino que por sus hechos”.

No obstante detalló que “fue una coincidencia desafortunada, porque el llamado que hizo la asesora lo hizo alrededor de las 17:00 horas, y a las 18:30 se conoce que Llaitul había dicho que había que empezar a prepararse. Sin embargo, una semana después de eso, el Presidente Boric dijo claramente que a las personas no se les persigue por las ideas, sino que por los hechos. Lo que quiero decir es que en ese momento no había ninguna razón para pensar que había personas proscritas para ese diálogo”.

Sobre la intención de hablar con Llaitul, Vega aseguró que “se pudo hacer de mejor manera. Eso fue un acto ingenuo. Pero, por otro lado, es súper fácil sacarse los balazos con asesores. Uno es responsable de su equipo”.

“Un episodio de este tipo es difícil sostener que en realidad en ese momento me pegué en la cabeza. No me pegué en la cabeza: no había ninguna razón para no hablar con Llaitul. Y lo que hubo simplemente fue una serie de coincidencias desafortunadas, que muchas veces generan este tipo de episodios”, recalcó.

Jeanette Vega aseguró igualmente que “nunca tuve ninguna restricción de ningún tipo para la labor que efectuaba. Y desde ese punto de vista, todo lo que tenía que ver con avanzar en la entrega de tierras era parte de la misión encomendada y, por lo tanto, hubo, como insisto y vuelvo a decir, muchísimas conversaciones con muchísimas comunidades”.

“Cuando uno está en problemas complejos, tiene la obligación de conversar con todos aquellos que estén dispuestos al diálogo. Eso es parte de la tarea. No puede autocensurarse”, destacó.

Finalmente, con relación a su renuncia, indicó que “hubo una decisión que fue más bien política de mi parte”, por el momento político que se vivía respecto al plebiscito de salida: “Me pareció de mínima responsabilidad política que lo más sano y lo que producía menos daño o menor riesgo de daño era renunciar, porque la cosa se cortaba ahí”.