Juan Cristóbal es el nombre de un vecino de Las Condes, quien fue testigo de lo ocurrido en la clínica estética clandestina en las Condes.

El hombre relató que se encontraba en su domicilio de calle Padre Errázuriz cuando “escuché gritos, muchos gritos, entonces pensé que algo le había pasado a alguno de mis vecinos. Grité para ver si necesitaban ayuda y dijeron que sí y me abrieron el portón, entonces yo ingresé y vi lo que estaba pasando”.

Al ingresar, el vecino vio que “estaban arrastrando a una señorita hacia un vehículo intentando reanimarla porque no estaba consciente y le estaban prestando reanimación, entonces, la señora Teresa, que es la mayor, no quería llevarla, quería reanimarla y ver si lograba salvarla ella, para, me imagino, evitar algún conflicto”.

“La señorita estaba muy mal, le dijimos a Jorge que la lleváramos a la clínica y en el camino ella perdió el pulso y la respiración. Yo estuve sujetando a la niña desde atrás. Llegamos de urgencia gritándole al guardia diciéndole al guardia que llevábamos una señorita que no tenía pulso y la ingresaron de inmediato (…). Por lo que dijo la doctora fueron 15 minutos que la estuvieron tratando de reanimar”, aseguró el testigo.

Juan Cristóbal detalló que hace 15 años conoce a sus vecinos y que “sabía que hacían estas prácticas, pero tenía entendido que había terminado hace años”.

Fue una amiga de la víctima quien alertó sobre lo sucedido, ya que había quedado de ir a buscarla tras el procedimiento estético.