Cerca de las 11.00 horas de este sábado, el Te Deum Ecuménico  inició en la Catedral Metropolitana, en la cual participó el Presidente de la República, Sebastián Piñera -es la última del segundo gobierno-.

Respetando las medidas sanitarias impuestas por el ministerio de Salud por la pandemia del Covid-19, se realizó la ceremonia  con un aforo de 500 personas -entre las que se encontraban autoridades del gobierno, del Congreso y del Poder Judicial-. El cardenal Celestino Aós dirigió el evento.  

La pandemia del Covid-19

Al inicio de la instancia, se recordó a los fallecidos producto de la pandemia del Coronavirus. En ese contexto, Aós sostuvo que “estamos saliendo del pozo de la pandemia y, asustados, buscamos afanosamente el progreso, el desarrollo”. 

“El objetivo básico del desarrollo es crear un ambiente propiciatorio para que la gente disfrute de vidas largas, saludables y creativas. Esto puede parecer una verdad evidente, pero usualmente es dejada de lado por la preocupación inmediata por la acumulación de la riqueza financiera. Nadie de los muertos se ha llevado nada y tenemos los ejemplos de verdaderos héroes que entregaron su tiempo, su salud y la vida por los demás”, agregó

“Pienso especialmente en el personal sanitario y sacerdotes, diáconos y religiosos que sirvieron al enfermo, y en tantos familiares, vecinos o amigos que ayudaron o sirvieron las necesidades de otros compatriotas”, prosiguió.

Corrupción, pobreza, desigualdad e injusticia 

El arzobispo aseveró que “tenemos recursos, muchos recursos. Escandalosos son los fraudes y malversaciones, escandalosa la corrupción y la violencia, la desigualdad y la violencia, la desigualdad y la injusticia”.

“Las causas del subdesarrollo no son de tipo material, sino que con frecuencia se originan en que el hombre se desentiende de los deberes de la solidaridad”, continuó. 

“Algunos grupos gozan de un tipo de desarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones de pobreza, precariedad y miseria. Rezamos con dolor y vergüenza por los compatriotas e inmigrantes que malviven en los campamentos, jardines y calles”, sostuvo.

Convención Constitucional

“Damos gracias y pedimos su bendición sobre las mujeres y los varones que trabajan en la Convención Constitucional, preparando y escribiendo una nueva Constitución que nos oriente y gobierne”, dijo.

Agenda valórica 

“Damos gracias por todos aquellos que buscan respetar y proteger los valores no negociables: el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural; la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer”, expresó.

“La libertad de los padres para elegir el modelo y educación de sus hijos, la promoción del bien común en todas sus formas y la subsidiaridad del Estado que respeta la autonomía de las organizaciones y colabora con ellas”, agregó.

“Hoy en la democracia no es tan evidente la cuestión sobre lo que ahora corresponde a la ley de la verdad, lo que es verdaderamente justo y puede transformarse en ley. El criterio no puede ser el éxito y beneficio material que con frecuencia beneficia a unos pocos; el criterio de la opinión de la mayoría vale en parte de las materias, en lo fundamental, donde está en juego la dignidad del hombre y la humanidad, no basta el principio de la mayoría”, dijo.