El ministro de Sanidad francés, Olivier Verán, anunció este jueves que 3.000 trabajadores sanitarios fueron suspendidos de sus laborales al no estar vacunados contra el Covid-19.

Esta suspensión tiene lugar en el marco de la entrada en vigor de la medida que condiciona a que todos los profesionales de la salud deben estar inoculados.

Según lo dado a conocer por el Jefe de Salud francés, los trabajadores suspendidos no contaban siquiera con una dosis aplicada, revelando que “también hubo decenas de dimisiones”.

Al respecto, Verán detalló que “un gran número de estas suspensiones es temporal” y corresponden “esencialmente al personal de los servicios de apoyo”.

La obligación de vacunar contra el covid-19 entró en vigor ayer miércoles 15 de septiembre para 2.7 millones de profesionales de la salud en Francia que trabajan en hospitales, residencias de ancianos, cuidadores, ayudantes a domicilio además de bomberos y asistentes de ambulancia.