La Contraloría Regional de Valparaíso anunció que iniciará un sumario en la Municipalidad de Viña del Mar luego que se detectaran irregularidades relacionadas con el contrato suscrito entre la Municipalidad de Viña del Mar – durante la administración de Reginato- y la empresa a cargo de la concesión del Casino de Viña del Mar, AMC.

El informe  da cuenta de diversas falencias en el cumplimiento del contrato de la concesión, lo cual podría haber causado un perjuicio millonario a municipio viñamarino.

Diferencia en ingresos y entradas vendidas

Al respecto, la entidad alertó de  diferencias entre las personas que ingresaron al casino versus las entradas vendidas entre enero de 2017 y julio de 2018, lo que derivó en que los ingresos apercibidos por el municipio fueran mucho menores a los esperados.

En este sentido, el documento señala que “En efecto, si se considera que entre agosto de 2018 y diciembre de 2019, el promedio mensual de entradas vendidas fue de 23.139, es razonable sostener que el número estimado de personas que concurrió a las salas de juego entre enero de 2017 y julio de 2018, habría ascendido a la cifra aproximada de 439.641, cifra muy superior a los 8.369 tickets comercializados por el municipio ese último periodo. De aquello fluye que el monto que el municipio pudo percibir por la venta de tickets debió ascender aproximadamente a $1.670.635.800, monto que dista considerablemente de la suma efectivamente percibida por ese ente edilicio por ese concepto, ascendente a $31.802.200”.

Junto a ello, se indica que la concesionaria no ha presentado documentación que justifique el haber pagado al municipio la suma de $68.118.800, los cuales corresponden a 17.926  voucher emitidos por esa concesionaria, para liberar a sus clientes del pago de la entrada a las salas de juego.

Menos maquinas de las ofrecidas

Por otro lado, el ente fiscalizador detectó que las mesas de juego y máquinas tragamonedas que AMC mantenía operativas eran menos que las que estipulaba el contrato y que su antigüedad era superior a lo ofrecido en el mismo. De esta manera el informe señala que “dicha sociedad comprometió un parque de 675 máquinas tragamonedas al inicio de la concesión hasta alcanzar 1.500 o más, antes del año 2014”.

“En este contexto, se constató que el 21 de febrero de 2000, la empresa AMC suscribió una promesa de subcontrato de explotación de máquinas tragamonedas con la empresa Slots S.A., en la que esta última se obligaba a suministrar, instalar y mantener un mínimo de 600 máquinas
tragamonedas, las cuales no podían tener, en ningún momento de la vigencia de ese acuerdo, una antigüedad superior a 5 años, lo que se ratificó en el subcontrato de máquinas tragamonedas firmado por esas empresas el 29 de mayo del mismo año, aprobado por el municipio, mediante el decreto alcaldicio N° 2.770, de igual anualidad”.

De acuerdo a lo fiscalizado, se apuntó que “ Según consta en el inventario realizado por el municipio el 27 de octubre de 2019, el cual fue proporcionado a esta Entidad de Control por el aludido Director de Asesoría Jurídica, a través del citado oficio ordinario N° 2.186, de igual año, a esa fecha existía un total de 1.163 máquinas tragamonedas operativas en el casino municipal, esto es, 337 menos de las propuestas en la oferta
de AMC”.

“En el contexto del proceso de transición para la operación del casino, a esa fecha – febrero de 2020-, había renovado 998 máquinas tragamonedas, de un parque total de 1.474, que cumplían con la norma de no tener una antigüedad superior a 5 años, de lo que se desprende, que a esa data tampoco se estaba dando cumplimiento a lo propuesto por la concesionaria en el N° 3.3, del capítulo 7.3.1.5, de su oferta, que comprometía 1.500 máquinas o más, desde el año 2014 en adelante, sin que en la especie, conste que se hayan aplicado las multas correspondientes”, afirma.

Subconcesión entre AMC y Enjoy S.A

La Contraloría puso especial atención entre el entramado que permitió una aparente figura de Subconcesión entre la empresa Antonio Martínez y Compañía Ltda. (AMC) y Enjoy Gestión Ltda., dependendiente de Enjoy S.A., situación que podría contravenir las bases que establecían que  la concesión fuera administrada personalmente por el adjudicatario, y además establecía que en ningún caso podía ser subconcedida, ni subcontratada la explotación de los juegos de azar.

En este sentido, se detectó que AMC celebró con Enjoy Gestión Ltda, un contrato de servicios que le permitía a la segunda fijar las políticas y procedimientos de administración de los distintos juegos, monitorear operaciones diarias de las mesas de juego, prestar capacitación y asesoría permanente a AMC, implementar planes operacionales, desarrollar nuevos juegos, etc. Este acuerdo fue ampliado en 2016 cuando ambas empresas firmaron un nuevo acuerdo, el cual se extendía por todo el período de concesión.

Todo esto, a juicio de Contraloría, estaría transgrediendo el numeral 4 de las bases que rigieron la concesión y sería un incumplimiento a una de las obligaciones que el contrato imponía a la exconcesionaria.

Pagina web sin implementar

Por último, informe sostiene que además la empresa AMC habría incurrido en incumplimiento de contrato con Enjoy Gestión Ltda., filial de  Enjoy S.A., y con la que celebró un acuerdo para administrar el casino, esto en lo relativo a la falta de implementación de un sitio web de fomento al turismo y el retraso en la autorización del nombramiento del nuevo gerente general de la empresa.