Hasta ahora, ya son 29 semanas de la sostenida alza en el precio de combustible, situación que llevó a que la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados revise el proyecto de ley que busca la rebaja de una parte del impuesto específico que afecta a la gasolina y el petróleo.

La iniciativa promovida por el diputado Álvaro Carter (UDI), busca rebajar hasta en un 50% el impuesto específico a la gasolina y el diesel, durante la vigencia de un estado de excepción constitucional o alguna calamidad pública que afecte o comprometa de gravedad los ingresos y empleo de la ciudadanía.

Durante la conversación del proyecto se contó con la presencia telemática de varios actores que entregaron sus puntos de vista respectivos ante una eventual implementación de la medida.

Fernando Barraza, director del Servicio de Impuestos Internos (SII), dio conocer las características del impuesto específico, dando antecedentes de la menor recaudación que el fisco tendría de ser aprobado.

Al respecto, el representante del SII informó que, considerando la recaudación del año 2020, y aplicando la reducción del 50% solo al componente base, habría una reducción de 730.120 millones en la recaudación del Estado, monto que llega a los 890 mil millones de aplicarse la rebaja al componente variable del gravamen.

Por su parte, Alejandro Tirachini, académico de la Universidad de Chile, señaló que una rebaja en el impuesto, no es necesariamente un beneficio directo para los consumidores, sosteniendo que este tipo de medidas beneficiaría a los sectores más ricos de la sociedad.

A modo de ejemplo, detalló que por cada mil pesos que el Estado deje de recaudar, el decil de menores ingresos ahorraría entre 5 y 14 pesos, mientras que el decil más rico ahorraría entre 133 y 353 pesos.

En contraparte, Héctor Sandoval, presidente de Conapyme y Conatacoch (taxis y colectivos) sostuvo que el proyecto es algo que se está esperando por parte del sector de transporte público.

Entendiendo que es una propuesta de ejecución compleja, hizo un llamado a que la rebaja sea solo para el transporte regulado, que usa el combustible como insumo laboral, pero no para quien trabajan de manera ilegal o la gente común, ya que esto aumentaría la congestión y la contaminación, además de una reducción mayor de los ingresos fiscales.

Sandoval también recordó que el impuesto específico es discriminativo ya que las grandes empresas como las mineras, aéreas y marítimas, no lo pagan.