Clases online de los hijos, modalidad mixta en los trabajos y colegios, volver a la presencialidad, escasa coincidencia de horarios entre los integrantes del núcleo familiar, es la realidad que muchas mujeres nos enfrentamos en este contexto de pandemia, la incertidumbre y con ello el estrés están más presentes que nunca. 

La organización familiar se hace cada vez más compleja. El intento por retornar a la “normalidad” está generando un costo muy elevado en la salud mental. 

Agotamiento mental, estrés, síntomas ansiosos y depresivos pueden surgir en respuesta a este difícil marzo que nos está tocando vivir.

 

Macarena Mena Pérez
Psicóloga clínica, académica Universidad Santo Tomás Viña del Mar.