Nuestra personalidad es un conjunto de rasgos, actitudes, valores y hábitos que explica nuestro comportamiento ante todo tipo de situaciones, por lo que esta es un factor importantísimo en cómo nos relacionamos con otros. Aunque es cierto que algunos de estos rasgos son inherentes a nosotros, también es verdad que podemos cambiar muchos de estos rasgos negativos, como deshonestidad e impuntualidad, que sabotean nuestras relaciones con los demás.

¿Por qué las personas adquieren rasgos y hábitos negativos?

La naturaleza de la personalidad ha sido, y sigue siendo, un tema debatido entre todos los expertos del comportamiento, pues algunos piensan que esta es natural y está con nosotros desde que nacemos, otros más bien creen que está más influenciada por factores de nuestro crecimiento. Sin embargo, la mayoría de expertos cree que la personalidad es una combinación de ambos factores, tanto la herencia como nuestras experiencias, cultura, religión, clase social, grupo étnico, entre otras.

En muchos casos, los valores que tengamos (que también dependen de nuestro entorno) es una importante influencia en nuestra personalidad y determinar nuestra actitud ante situaciones, y, por supuesto, la forma en que nos relacionamos con otros. Los hábitos, por otra parte, son conductas aprendidas totalmente que siguen un patrón determinado, y pueden volverse involuntarios a medida que pasa el tiempo.

Esto quiere decir que nuestros rasgos y hábitos negativos son una mezcla de varias cosas: heredados genéticamente, influenciados por nuestro entorno, aprendidos durante nuestro crecimiento. Pero esto no quiere decir que tenemos que conformarnos con esto, pues lo importante es reconocer estos aspectos negativos de nuestra personalidad e intentar cambiarlos si es lo que queremos.

Rasgos de personalidad negativos comunes

Por lo general, no nos detenemos a pensar en si un rasgo de nuestra personalidad o un hábito son buenos, ellos simplemente nos ayudan a tener una vida armoniosa, un entorno laboral tranquilo y relaciones sanas. Pasa lo contrario con los rasgos negativos de nuestra personalidad, que afectan todo a nuestro alrededor y son realmente comunes. Estos rasgos es necesario saber reconocerlos y comprometerse a trabajar en mejorarlos, ya que pueden estar afectando nuestra vida social, económica y hasta familiar. Expertos de https://citasenlaweb.com/ están de acuerdo en que estos rasgos negativos pueden ser motivo para una discusión, o incluso, una ruptura:

  • Deshonestidad: algunas personas simplemente tienden a no decir la verdad siempre, o a ocultar cierta información si pueden obtener ventajas de ello. Este rasgo puede afectar tus relaciones y tu trabajo.
  • Rudeza: muchos tienden a no medir el efecto que puede tener una acción o unas palabras antes de emitirlas, lo que puede ser perjudicial en muchos aspectos.
  • Impuntualidad: llegar tarde a reuniones o citas no solo puede darnos reputación de irresponsables, sino hacernos perder grandes oportunidades.
  • Narcisismo: aunque es un término complejo, el que alguien crea que es mejor que otro puede ser sumamente negativo en su vida y relaciones.
  • Alexitimia: es un rasgo que consiste en que las personas tienen dificultades para reconocer sus propias emociones y las de los demás, lo que evidentemente influencia negativamente todo tipo de relación.

¿Cómo la personalidad influencia las relaciones interpersonales y románticas?

Nuestros valores fundamentales, autoestima, nuestros rasgos inherentes y actitudes que tomamos ante las situaciones son lo que definen cómo son nuestras relaciones con las demás personas, incluidas las familiares, laborales y hasta las románticas. Nuestra personalidad define la manera en la que percibimos el mundo, y las personas con las que nos comunicamos perciben nuestra personalidad como lo que somos, acompañada de nuestro aspecto físico.

Es por esto que tener una actitud positiva ante las situaciones que se presentan de forma cotidiana es un paso esencial para salir airosos de ellas. La gente que nos rodea se ve influenciada por nuestra personalidad, así que debemos asegurarnos de ser asertivos con la manera en la que nos expresamos, pues si bien es cierto que todos tenemos rasgos positivos y negativos, todos podemos trabajar por igual para mejorar los negativos y aprender a sobreponerte a ellos.

Por ello, también es importante rodearnos de personas con buenos rasgos de personalidad, que puedan influenciarnos de manera positiva, pues los seres humanos estamos en constante crecimiento y aprendizaje, y como podemos adquirir hábitos negativos, también es posible adquirir aspectos positivos y enriquecernos, y de esta manera podremos tener mejores relaciones amorosas, de amistad, familiares y laborales.