Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Valparaíso


Soy Elvis Chacín, nací en Venezuela y llegué a Chile hace 4 años. Soy diseñador gráfico de profesión.

Yo soy Edgar Mejías, también venezolano. Soy barbero y peluquero y, junto a Elvis, hace un año aproximadamente, abrimos la barbería EE’GLIO Barber Shop, en el centro de Viña del Mar.

Llegó la pandemia

Comenzamos a adaptarnos de a poco. Veníamos de un periodo bueno: diciembre, enero, febrero, y en marzo comenzó la pandemia. De todos modos, nosotros sabíamos que el virus iba a llegar a Chile, por lo que se veía en otros países.

En Viña, muchos locales cerraron por unos días, nosotros estábamos entre esos locales y después tomamos nuestras medidas: toma de temperatura, trabajamos únicamente con horas exclusivas, sólo con el cliente que se iba a hacer el servicio y la espera se tenía que hacer afuera. La idea era no tener aglomeraciones.

También nos tuvimos que ir adaptando a los horarios. Abríamos a las 10, como siempre, pero cerrábamos antes, porque después de las 3 o 4 de la tarde ya casi no había gente… así nos fuimos reinventando.

Además, nos fuimos ingeniando cómo llegar a las personas, usando medios publicitarios, como Instagram y Facebook, haciendo más publicaciones de venta de productos y de los servicios que ofrecemos.

Los clientes nos preguntaban si limpiábamos las cosas que utilizábamos, cosa que siempre hemos hecho cuando se atiende un cliente; aseábamos el asiento, las tijeras, las máquinas, usábamos tapaboca y guantes y, luego de terminar el trabajo con esa persona, volvíamos a higienizar todo. A pesar de todas las medidas, la cantidad de clientes bajó mucho.

Barbería a domicilio

Ha sido un poquito fuerte la llegada del Covid a nuestras vidas, pero gracias a Dios los clientes han sido muy cariñosos y comprensivos. Como peluquero y barbero, me llaman, me buscan, me vienen a buscar a la casa y con domicilios hemos tratado de sobrellevar esta situación. No es mucho, pero por lo menos hacemos algo.

Hay clientes que nos escriben y preguntan cómo lo estamos haciendo para ofrecer el servicio. Ahí les contamos que estamos realizando domicilios, pero tomando todas las medidas sanitarias de seguridad, tanto para ellos como para nosotros.

Casi siempre vamos a trabajar en auto, evitamos ir en bus o colectivo. Normalmente, me lleva Elvis o un amigo. Siempre vamos directo a la casa de la persona y luego a nuestras casas.

Siempre vamos con guantes, llevamos alcohol gel, sanitizamos todos los implementos antes y después de hacer el servicio, delante de los clientes.

Ahora, el chileno se cuida más, es atento con el corte de pelo, con la barba, se arregla más, y eso es muy bueno para nosotros.

Cuando llegué, hace 4 años, el chileno era muy alejado de arreglarse, de perfilarse un poquito las cejas, la barba. Y ahora, me he dado cuenta de que ha cambiado, se preocupa más de la barba y le gusta mucho, se la arregla, se la mantiene y se la peina. Se cuida más el corte del cabello; tenemos clientes que se lo cortan todas las semanas… el chileno se ha puesto más pretencioso, como decimos nosotros.

Lejos de la familia

Ha sido un poco fuerte soportar este tiempo lejos, pero no por nosotros, porque sabemos que esto acá va a pasar. Así como llegó, en cualquier momento se tiene que terminar. Tenemos fe y, gracias a Dios, no hemos dejado de producir… seguimos avanzando.

Pero en el caso de nuestra familia que está en Venezuela, la situación está mucho peor, más aún con la pandemia. Se nos hace mucho más complicado ayudar a los que están allá.

(Edgar) Mi mamá que está allá, me comentó que le hubiese gustado que yo estuviera con ella, pero yo le expliqué que es mejor estar aquí, porque con el dinero que hago trabajando, aunque sea un poco, la puedo ayudar y la complazco un poquito más. La economía venezolana está muy mal y por eso prefiero quedarme y ayudarla desde Chile y no ser una carga para ellos.

Aprendizaje frente al Covid-19

Hemos aprendido muchísimo con esta pandemia. Lo más importante es que hay que vivir el día al día, como se dice. Hay que vivir al extremo, como si fuera el último día. Es cosa de ver cómo estamos ahora: no podemos disfrutar con nadie, no podemos darnos la mano, no podemos atender a los clientes como lo hacíamos antes, brindando cortesías a la gente, como dar agua, té o café.

En este corto tiempo, hemos aprendido a estar unidos, porque cada día hemos tenido que estar más unidos, a ser mejores personas, a pensar un poquito más en los demás, porque si a quien tengo a mi lado se enferma, me puede contagiar a mí… más adelante ese cuidado también me va a servir para otras cosas.

El gran aprendizaje, entonces, es cuidarnos unos a otros, porque ya nos dimos cuenta de cómo nos tiene un virus, separados a todos, entonces tenemos que unirnos y cuidarnos todos. Hacerle saber a nuestros familiares y clientes que todos somos importantes.

El coronavirus no distingue la economía, la clase, el sexo, nada; aquí todos nos tenemos que cuidar a partir de ahora.

Si vencemos el coronavirus…

(Edgar) He pensado en atender como lo hacíamos antes: por medio de agendamiento de horas solamente, atender a un cliente a la vez y, al recibirlo, ponerle alcohol gel en las manos, limpiar las cosas y cuidarnos mucho.

(Elvis) Se puede decir que, al comienzo de la pandemia, no se veía tanto el cuidado como ahora. Al principio, la gente lo tomó como que era una gripe y nada más. Pero con el paso de los meses y al ver las cifras de contagios y muertos, yo creo que la visión ha cambiado, porque ahora se ve el uso de mascarilla, se anda con alcohol gel en el bolso, se ha aprendido.

(Edgar) El chileno abraza mucho, te da la mano, a veces te saluda con un beso, pienso que eso lo van a evitar, va a costar retomar eso. Esas muestras de cariño creo que el coronavirus se las va a llevar, por lo menos, por un buen tiempo.

Si se acaba este virus, nos gustaría ir a trabajar, luego ir a comer a un restaurant y tomar una cerveza… sería lo mejor, y si pudiera bailar un rato, bailaríamos mucho.

También queremos reunirnos con las amistades, que hace meses que no hemos podido tener contacto.

Vivir y emprender en Chile

(Edgar) Es difícil comenzar un emprendimiento, especialmente cuando uno llega como extranjero y hay limitaciones, por ciertos documentos que uno tiene que tramitar, siempre hay como un “paro” que no nos permite seguir más adelante, de manera rápida.

Con esfuerzo todo se puede, Chile es un país muy bueno económicamente, nos ha ayudado mucho, nos ha abierto muchas puertas y nos da oportunidades que debemos saber aprovechar. Si no lo hacemos, no habríamos llegado hasta donde estamos ahora.

(Elvis) Los chilenos nos han recibido muy bien. De verdad, tengo que agradecerle mucho a Chile, porque me vine, hace 4 años, con una maleta llena de sueños y los he podido cumplir. Jamás pensé que íbamos a poder realizar todo lo que hemos logrado hasta ahora. Que sigan llegando las bendiciones.

Llevamos muy poco tiempo de haber comenzado con EE’GLIO y la mayoría de nuestros clientes son de acá; o sea, de 100, el 95% son chilenos y nos llaman para ir a trabajar a domicilio.

Mensaje a la familia…

(Edgar) Les diría que no ha sido fácil superar la pandemia aquí en Chile, pero tampoco ha sido difícil. Gracias a Dios, los chilenos nos han ayudado mucho con la barbería, hemos tenido buena recepción y eso me hace muy feliz, porque sé que ofrezco un buen servicio.

Me siento feliz por estar aquí porque, como dice mi compañero, he podido cumplir todas las metas que me propuse, hubo muchas y sé que vendrán muchas más. Estoy agradecido por todo.

(Elvis) Yo les diría que los quiero mucho, que estamos en tiempos difíciles, pero sé que todo será para mejor. Vienen puras bendiciones, estoy seguro de eso.

Para los soñadores que quieren venir

(Elvis) Les digo que lo primero que tienen que meter en la maleta es la fe y venir con Dios siempre por delante. Pensar que todas las cosas van a salir bien. Si una persona no pudo, no quiere decir que yo voy a hacerlo.

Si te dicen que te puede ir mal, porque a otro le pasó, debes pensar en positivo. Siempre pensar en que todo saldrá bien, aprovechar las oportunidades que te puede brindar este país, porque los inicios nunca son fáciles.

Cuando uno llega acá, uno pasa por muchas cosas, sobre todo y como número está la depresión, porque da muchísima tristeza dejar a la familia y eso te lleva a que te quieras devolver. Entonces, yo les digo a todas esas personas que no decaigan, que siempre miren hacia adelante, que muchos hemos podido con esto, y sé que ellas también van a poder.


 

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Capítulo 11 – Ser extranjero en pandemia

Elvis y Edgar ciudadanos venezolanos residentes en Viña del Mar nos cuentan su experiencia en esta cuarentena por el coronavirus.

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Publicado por Diario El Epicentro en Martes, 18 de agosto de 2020