El sexo tántrico está basado en el Tantra, que consta de una serie de técnicas y tradiciones cuyo objetivo consiste en lograr la luminosidad del ser a través de distintas prácticas. La creencia radica en que el clímax se puede alcanzar gracias a una fuerte conexión sexual y espiritual entre la pareja que lo practica. El sexo tántrico no está basado explícitamente en las zonas erógenas sino en todo el cuerpo como un instrumento para la plenitud en el espíritu.

En Latinoamérica el sexo tántrico goza de una enorme popularidad. En países como Perú, Chile o Bolivia, son muchos quienes buscan aportar un toque ‘diferente’ a sus relaciones con esta interesante práctica. Sin embargo, no es la única forma que las personas utilizan para dar emoción a su vida sexual, los encuentros con damas de compañía para escapar de la rutina en La Paz son otra alternativa muy extendida.

En España las parejas entre 35 y 55 años son las que en su mayoría buscan abrirse a esta tendencia, que ha ido ganando más popularidad con el paso de los años.

Esta práctica requiere que las personas se acepten como son, abriendo la mente a nuevas sensaciones y siendo guiados a nuevas formas de disfrutar la intimidad de pareja. La exploración de nuevas partes del cuerpo, así como la sincronización a través de la respiración y el ritmo son algunos de los secretos que hacen del sexo tántrico una forma diferente de vivir la intimidad en pareja.

La energía sexual es el objetivo del sexo tántrico. En esta práctica no es el orgasmo aquello que se quiere lograr obligatoriamente, pues es la construcción de un lazo sexual fuerte lo que abre la puerta a disfrutar de todo lo que ofrece el sexo tántrico.

El claro desconocimiento del sexo tántrico genera gran cantidad de dudas en las personas, desde su confusión con otras prácticas ancestrales como el Kama Sutra, hasta técnicas que poco o nada tienen que ver con esta doctrina llegada de Oriente Medio. El disfrute tras de esta tendencia consiste en la energía sexual como la herramienta principal que lleva a ambas personas a un estado mayor de espiritualidad.

El sexo tántrico permite crecer a nivel espiritual mediante el sexo, por lo que aquellas parejas estables que están interesadas en ‘reavivar la llama’, contener la eyaculación e incluso llegar al ‘orgasmo interno’ son quienes más se interesan por esta forma distinta de vivir la intimidad. El sexo tántrico es una forma diferente de reconectar con tu pareja y hacer regresar esa pasión que creíais perdida.