La plataforma de filtraciones futbolísticas Football Leaks difundió, a través del semanario alemán Der Spiegel, dos presuntas irregularidades que habría cometido el defensor y capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, las que no han tenido repercusiones para el internacional español.

Según documentos obtenidos por esta plataforma, Ramos se duchó antes de que se le realizase un control antidoping tras el partido entre el Real Madrid y el Málaga el pasado 15 de abril, infringiendo la ley española que considera que una ducha o un baño puede entenderse como una «traba» a la prueba.

La Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) se lo notificó al equipo cinco meses después del incidente, lo que causó cierto revuelo en los despachos del club blanco, pero la agencia reconoció a Der Spiegel que el proceso «no ha aportado ningún indicio de que se violase ninguna ley antidopaje».

La publicación informa asimismo que en la final de la Liga de Campeones de 2017, que enfrentó al Madrid con Juventus, en Cardiff, se le detectó a Ramos trazas de una sustancia denominada «Dexametasona». Este potente corticoide no es ilegal, pero debe informarse de su uso, lo que no se hizo.

En este caso, el equipo médico del club merengue asumió la «responsabilidad», según explica la publicación alemana, y sostuvo que el jugador había recibido, en el día previo al partido, dos pinchazos de esta sustancia en una rodilla y en un hombro. La UEFA consideró válida la respuesta de los médicos.

Respaldo del Real Madrid

El Real Madrid respondió con un comunicado a las presuntas irregularidades de Sergio Ramos, aclarando que su capitán «nunca ha incumplido la normativa de control antidoping» y que la UEFA cerró la investigación en cuanto tuvo la información.

De igual forma, manifestaron que «Ramos nunca ha incumplido la normativa de control antidoping» y agregaron que «UEFA solicitó información puntual y cerró el asunto referido inmediatamente, como es habitual en estos casos, tras la verificación de los propios expertos de la agencia mundial antidopaje, AMA, y de la propia UEFA».

Por último, el comunicado merengue sentencia que «sobre el resto del contenido de la mencionada publicación, el club no se pronuncia ante la evidencia de lo insustancial de la misma».