Hasta la Fiscalía Regional de O’Higgins, en Rancagua, llegó esta mañana el obispo emérito de Valparaíso, Gonzalo Duarte, para declarar como imputado en la investigación por presuntos encubrimientos de abusos sexuales al interior de la Iglesia Católica porteña.

Cerca de las 10:45 llegó el sacerdote, quien fue recibido por el fiscal Emiliano Arias, quien le tomó las declaraciones en una de las oficinas del Ministerio Público en Rancagua.

A su salida de la Fiscalía, el obispo (e) Duarte señaló que «es algo terrible, yo lo encuentro algo espantoso, hemos pedido perdón y volveremos a pedir las veces que sea necesario».

De igual forma, aseguró que «existe una cultura del encubrimiento, no solo al interior de la iglesia, sino que en otras instituciones».

Cabe recordar que el Papa Francisco aceptó la renuncia del ex jefe de la Iglesia Católica de Valparaíso en junio pasado, en medio de las acusaciones en su contra por abuso sexual.