Luego que la Corporación Mil Tambores explicara que el carnaval fue suspendido debido a un «asedio político y mediático» de diversos organismos e instituciones, la Gobernación de Valparaíso se refirió a esta situación, asegurando que nunca se opusieron al evento, sino que los reparos eran por seguridad.

Al respecto, la gobernadora María de los Ángeles de la Paz señaló que «ni la Gobernación ni el Gobierno tienen alguna oposición a la realización de actividades culturales, como en este caso el carnaval Mil Tambores, sino que el llamado era a que esta actividad tenía que tener un mínimo de seguridad».

Por eso, recordó que habían coordinado con Santiago Aguilar, responsable del evento, para «poder generar espacios de seguridad, pero por sobre todo, sintonizando con cada uno de los vecinos y juntas de vecinos, con los cuales ya nos hemos venido reuniendo hace mucho tiempo”.

De igual forma, la autoridad provincial explicó que «nos sorprende la suspensión, pero sin perjuicio de eso, estamos preparados para apoyar a aquellas actividades barriales que siguen vigentes, que son los pasacalles en cinco sectores de la ciudad, para lo cual hemos trabajado con la Municipalidad, para que cuenten con seguridad, para poder tener una fiesta familiar, que es a lo que apuntan”.

Además, De la Paz comentó que «hemos trabajado con dirigentes, con estudiantes y no hemos tenido problemas hasta la fecha. Hablar de una odiosidad por exigir cumplir las medidas de seguridad, nos parece un argumento absolutamente descartable”.

Frente a llevar la discusión a un nivel político, la gobernadora de Valparaíso manifestó que «nos parece impresentable. Solamente nosotros pedimos, como con cualquier otra actividad masiva, cultural, deportiva, marcha, u otra, que se cumplan los estándares mínimos de seguridad”.

Finalmente, acerca de las críticas por entrega de recursos al carnaval Mil Tambores, la autoridad precisó que “uno de los ejes de estas actividades culturales, como así de toda actividad en general, tiene que ver con la transparencia de los recursos. Estos siempre fueron pensados para actividades culturales, pero la idea es que no se entreguen de forma discrecional, sino que sean concursables”.