Un cambio rotundo tuvo un sector abandonado del cerro Ramaditas, el que era usado como vertedero y complicaba a los vecinos y a la comunidad del jardín infantil de la calle Cantú.

Lo anterior, gracias al trabajo colaborativo que propone el Departamento de Desarrollo Comunal y el Departamento de Asistencia Técnica (DAT) del municipio a los vecinos, para dar una pronta solución a las obras menores.

Tras una evaluación técnica de los equipos municipales, el modelo colaborativo consiste en que los vecinos organizados, mediante actividades participativas, compren los materiales de la obra para que luego el municipio ejecute los trabajos proyectados con su equipo de Asistencia Técnica.

Paola Zamorano, presidenta del Centro de Padres y Apoderados del jardín infantil, señaló que “este terreno abandonado siempre fue un problema. Siempre fue un foco de suciedad, se ocupaba de basural y los malos olores eran más terribles en las épocas de calor. Así que con esta pavimentación nuestros niños sin duda son los más beneficiados, además de los vecinos”.

Francisca Perales, encargada del Departamento de Desarrollo Comunal, explicó que «esperamos seguir potenciando iniciativas como esta, dado que permiten fomentar el trabajo colaborativo entre el municipio y las comunidades organizadas, así como también, generar proyectos de rápida ejecución».

Cabe señalar que todos los trabajos son de proporciones pequeñas o intermedias, dejando las soluciones de mayor envergadura a proyectos canalizados mediante la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla).