El Gobierno de Estados Unidos aseguró que no cambiará su política de restricción del comercio con Cuba bajo el sucesor de Raúl Castro, y dio a conocer su escepticismo sobre cualquier cambio en la isla una vez que el actual mandatario abandone el poder.

Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca indicó que «Estados Unidos no tiene ninguna expectativa de que el pueblo cubano verá mayores libertades bajo el sucesor elegido a dedo por Castro».

Y continuó sus declaraciones diciendo que «seguiremos mostrando solidaridad con el pueblo cubano en su petición de libertad y prosperidad. Por tanto, no se espera que cambie nuestra política de dirigir fondos hacia ese pueblo y alejarlos de los servicios militares, de seguridad y de inteligencia de Cuba».

Cabe recordar que el presidente Donald Trump expresó el año pasado su apoyo al embargo comercial a Cuba y anunció varias medidas que, en la práctica, han congelado el proceso de normalización de relaciones con la isla iniciado por el ex mandatario Barack Obama.

Trump ha prohibido además la gran mayoría de transacciones de su país con el Ejército de Cuba, que controla buena parte de los hoteles y el comercio minorista en la isla, y ha restringido el tipo de viajes que los estadounidenses pueden hacer a Cuba.